jueves, noviembre 09, 2006

Sorpresa, sorpresa


Me intentaron sorprender, en el sentido de cazar o pillar, y lo consiguieron dejándome atónito, estupefacto y maravillado.
Unos amiguetes decidieron jugar en una cata. Ellos conocían las tres botellas en cuestión y las taparon con sumo cuidado para que no pudiéramos verlas. Desconocían el orden, de esa forma jugábamos todos y podríamos concluir con el “mejor” vino de los tres.
Peleaban tres tempranillos, un ribera, otro riojano y un tercero, navarro. Los tres del 2003 y, según me dijeron, de bodegas no comerciales.
La cata como os podéis imaginar fue divertida pero tensa, es lo que tienen las catas a ciegas, vas dando palos de ciego y acabas apaleando al, en teoría, mas reputado de la sesión. Que se lo pregunten a los más afamados bodegueros.
Al final, que es lo que vale, y en claro consenso, decidimos que el vino que más nos había convencido esa noche era…
And the winner was:”Vallobera Crianza 2003
Los apuntes de la cata:
En vista un color rojo picota y ribete teja pero con matices azulados. Brillo atractivo y capa media alta.
En nariz, alta intensidad aromática, fruta roja y madera fina. Frescura, flores, mina de lápiz, especias y algo de hojarasca.
En boca, una acidez muy correcta. Aparecen tostados y fruta roja. Los taninos son amables, el paso es agradable y perdura con una largura media.
Modestamente, como podéis imaginar, acabé muy orgulloso. Dadas las dificultades de este vino en un mercado copado de crianzas a precios de saldo me di cuenta que poco a poco los paladares buscan la naturalidad alejándose de astringencias y falta de equilibrio, síntomas estos dos últimos de poca paciencia en la elaboración y en la salida al mercado.
Fue un placer y ya lancé el guante para batirnos donde y con quien haga falta.

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