jueves, noviembre 16, 2006

Aplaudiendo con las orejas


Otra cata en La Carte des Vins, en Iturrama 69, perdón, 68.
No tiene nada que ver como empezamos para descubrir el subidón final, que aún me mantiene extasiado.

Cerevisiae 2003
Un maceración carbónica riojano alavés de Lanciego. Variedad tempranillo.
Pasado de fecha, por así decirlo, no presenta las mejores condiciones para una cata correcta. Aún así, vemos el color ligero con perdida de intensidad y un ribete que denota vejez prematura.
En nariz aunque se localizan frutillos rojos se notan matices de decadencia y aromas nada convincentes.
En boca mantiene vestigios de la acidez que tuvo, y su paso y paladar son agradables.
Es una pena haberlo conocido tarde, pues tuvo que ser simpático.

Sotavento 2005
Procedente de Bodegas Otazu es una trivarieté de tempranillo, cabernet sauvignon y merlot.
Ha permanecido tres meses en barrica.
En vista es atractivo con un tono cereza con ribete rosa y violeta.
En nariz tiene su punto, ya que pululan por ahí hinojos, anisados, lo herbáceo del cabernet y algo de vainillica. Podemos valorarlo como aromático.
En boca se nos queda corto, acidez correcta y algo astringente, síntoma de juventud. Se perciben tostados y fruta roja.
Credenciales para un futuro prometedor.

Dimensión 2003
También del Palacio de Otazu, es un crianza 2003 de las mismas tres variedades anteriores.
Creemos que el contenido de la botella no esta en condiciones, por que si es así es un vino para olvidar.
Picota con ribete teja nos defrauda en nariz presentando aromas de oxidado o evolucionado.
En vista también aparecen puntos negativos que nos hacen pensar que esta botella ha fallecido por causas ajenas a la bodega. El color sin brillo y parcialmente velado, como si no se hubiera filtrado.
La nariz sin comentarios y la boca aunque no es desagradable, no la valoramos.
Lo desechamos esperando una nueva cita.

Berquera 2001
Un reserva de Otazu, de nuevo con trío estelar.
En vista es un rubí brillante con ribete teja.
En nariz matices trufados y aceitunas negras, que relacionamos con la merlot.
En boca encontramos tostados, algo de fruta, acidez correcta, taninos amables pero redondeables y una largura escasa que nos deja como si nada.
Apunta maneras pero no nos deja huella.

Viñas de Gain 1996
Un blanco de viura totalmente evolucionado, como cabía esperar.
De cualquier manera lo catamos para ejercitar nuestra memoria, y nos encontramos sorpresas.
En vista es dorado con brillos ámbar, no muy marcados. Se le nota cuerpo.
En nariz, por que conocíamos la etiqueta si no ninguno de nosotros hubiese hablado de viura. Complejo, evolución clara y unos matices que nos recordaban a la riesling salvando las distancias. Sorprendente.
Nos animamos a probarlo y, lógicamente, no nos dice nada.

Beaujolais Nouveau Domaine Garlon 2006
Un maceración carbónica de la variedad gamay, única para la producción de beaujolais.
Nos adelantamos un par de días a la súper presentación mundial, pero no importa por que este tipo de vinos, por mi, como si no se presentan.
Me parecen atractivos a la vista y en nariz, pero en boca son más planos que una tabla de planchar. Es mi impresión.
A la vista presenta un color bonito, fresa claro o rosita, con ribete azulado.
En nariz tiene intensidad media baja. Matices de lácticos, queso de cabra, brea o asfalto y mucho pegamento y medio. Refleja madurez de la uva.
En boca nada, frescura y largura media, pero sin volumen ni cuerpo ni sabor amplio.
Poquita cosa. Como producto del marketing esta bien, pero para disfrutar cualquier joven nacional lo tumba ¡A que esperamos!


Vallobera Cazador 1997
Primer peso pesado de la velada. De Bodegas San Pedro de Laguardia, un 90% de tempranillo y un 10% de garnacha.
Ultima añada elaborada por la bodega con el nombre de Cazador. Vino de alta expresión con una presentación para coleccionar. En caja individual encontramos una botella con forma de delgada ánfora, ancha de hombros y estrecha de base que le imprime un carácter señorial. Las letras doradas y la capsula de mismo tono coronan la seriedad del vino.
Decantado previamente nos sorprende gratamente.
En vista presenta un bonito color rubí con un brillo atractivo.
En nariz encontramos aromas intensos, después de la oxigenación, barnices, tostados, fruta roja, cueros, pasas, orejones y notas dulces.
En boca presenta una acidez estupenda, ligero y fácil en el paso con unos taninos nobles. Largura media y un final agradable.
Es elegante, complejo y equilibrado.
Que pena que sea la ultima añada con esta marca, ¡aprovecha la ocasión de conseguirlo!

Pujanza Norte 2002
De Bodegas y Viñedos Pujanza descorchamos dos botellas. Esta la definimos como un vino serio de una complejidad y una elegancia como pocas.
Descubrimos un picota intenso con ribetes que pierden la juventud.
En nariz complejidad por doquier y seriedad. Muy equilibrado e intenso. Balsámicos, regaliz, maderas finas, fruta negra y roja. Mineral. Gran expresión.
En boca es seda, suavidad con un cuerpo medio. El paso es excelente y la largura inolvidable. Chocolates, tostados bien integrados, fruta y taninos redondos. Acidez de libro. Vino de trago largo. Amplio y goloso.
¡Para compartir, regalar, aconsejar, guardar, esconder!



Pujanza Norte 2003
También de Laguardia, nos traslada directamente a otra galaxia superior.
A la vista lo definimos como un picota de capa alta muy intenso con ribete juvenil.
En nariz nos despierta todos los sentidos, y en palabras de uno de los presentes penetra por los orificios alcanzando alturas cerebrales. De impresión.
Localizamos aromas de te, tostados, fruta roja, madera de calidad y finura, nuez moscada y clavo, chocolates, bombón de licor y mucha complejidad.
En boca hace funcionar la maquinaria papilar. Chocolates y cacaos, maderas de cedro y cajas de puros, cueros con pedigrí, balsámicos y fruta. Tiene una boca increíble. Amplia, sabrosa, elegante, compleja y muy sugerente.
Largura y amabilidad, acidez fantástica y taninos maduros y elegantes. Para disfrutarlo sin alimentos.
¡El vino!

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