domingo, marzo 29, 2009

Sueño de una noche de verano






Me despierto y siento que es verdad.
Después de unos meses medio hibernando, con una sensación confusa de la realidad, puedo confirmar que viví una experiencia inolvidable.
No recuerdo la fecha, ni el mes. Vagamente puedo acordarme de la compañía.
Los vinos y los alimentos eclipsan y emborronan datos y los hacen carentes de importancia.
Puede que fuera en el restaurante Marixa de Laguardia, en hora nocturna y en la estación calurosa del año.
Los amplios ventanales permitían, por su situación estratégica, otear las luces lejanas de los amables pueblos de la Rioja Alavesa. Esbelta y oscura, la silueta de la Sierra de Cantabria nos evita malas influencias, como siempre.
Haciendo tiempo en la barra del bar, a la entrada del restaurante, una botella de Pujanza 2004, luciendo una esplendida armonía aromática y un vistoso color púrpura intenso, fue el preludio de una hermosa velada.
Puede que con un delicioso jamón, no importa, y algún entrante más, el champagne Bollinger RD 1996 me dejó noqueado para el resto de mis días. Espectacular, complejo, elegante, equilibrado, ¡Una maravilla!
A partir de aquí, levitando en mi silla, fui comprobando como se llega a la felicidad enológica (sin cantos folklóricos ni exaltaciones de la amistad).
Domaine Confuron Cotetidot 2005 Gevrey-Chambertín 1º Cru Craipillot. Borgoña intenso y mineral de Pinot Noir.
Reflet 2001, un Saint Joseph de Domaine Francois Villard elaborado con syrah, de notas potentes e intensas pero con una amabilidad y una dulzura fantástica. Redondo, carnoso.
Sotanum M.M. (2000). Vins de Vienne, del trío Cuilleron, Gaillard y Villard. Otro Shiraz intenso, sabroso y aterciopelado.
Mágnum de Pujanza Norte 2005. Un vino laguardiense pleno de finura, equilibrio y clase. Ya sabéis mi opinión sobre él.
Antes de los postres, el remate final.
Un Saint Emilion 1º Grand Cru Classe, elaborado con Merlot y Cabernet Franc. Cheval Blanc 1998. Profundo, complejo, todavía afrutado, estructurado y extraordinariamente armónico. Otro grande para comentar con mis nietos.
Y con un queso canario, muy sabroso, de excelente aroma y textura, un mágnum de Porto Vintage 2000 Quinta do Infantado. Lógicamente goloso, largo, embriagador y de bonita acidez. El no va más.
Un buen Cohiba Robusto, una larga sobremesa y unos refrescos con hielo como digestivo.
La Guarda de Navarra recuerda este sueño de una noche de verano y lo comparte en el Blog. Si alguien se anima a celebrar algo parecido que no dude en invitarme. Soy agradecido, no hablo mucho y como y bebo lo justo.
¡Dos orejas y un rabo!

lunes, marzo 16, 2009

Roda II Reserva 2001


Gracias a los incompetentes de ONO llevo varias semanas enviando y contestando mensajes para nadie.
Están en la bandeja de enviados pero no han llegado a su destino.
Pido disculpas a todos aquellos receptores de felicitaciones, noticias, recados, presupuestos, propuestas o archivos de trabajo que no han recibido nada.
Receptores de mensajes interceptados por un sistema que cobra por un servicio que no ofrece.
Si se penara la incompetencia esta, y la mayoría de empresas de telefonía, tendrían su merecido castigo judicial.
Para ahogar las penas del progreso apuesto, hoy, por un rioja de los clásicos.
Roda II Reserva 2001.
Procedente de Haro, del barrio de la Estación, se elabora con Tempranillo 94%, Garnacha 4% y Graciano 2%.
Fermenta en tinos de roble y la crianza dura 16 meses tanto en roble francés como americano. Luego 20 meses de botella para afinarse y aquí lo tengo, años después.
A la vista presenta un color cereza picota con, todavía, ribete granate. Buena capa y lágrima densa.
La nariz es intensa donde la madurez de la fruta nos da notas de mermelada. Buen fondo de madera, recuerdos a chocolate y frescura balsámica.
En boca destaca su amplitud, la acidez de aquella tierra y el paso amable y sabroso. Largura media, cuerpo y volumen.
La Guarda de Navarra disfruta con vinos que le recuerdan a su juventud, a sus primeros escarceos con el vino con bouquet.
¡Experiencia recomendable para los que huyen de los riojas!
No saben lo que se pierden.

miércoles, marzo 04, 2009


Vengo ahora mismo de un acto social al que he sido invitado.
Inauguración de un restaurante en pleno centro de Pamplona, en la calle Estafeta.
Bajo el Hotel La Perla, el restaurante “Hostal del Rey Noble” se abre de nuevo para pamploneses y visitantes.
Esta vez resurge empujado por “La Cocina de Alex Múgica” conocido cocinero navarro al que conoceréis, seguro, por el restaurante Basa Kabi de Leiza.
Junto a Arantza Sagastibelza, como sumiller y jefe de sala, hasta ahora en el Mutiloa, intentarán aportar aire fresco a la gastronomía navarra y al buen servicio del vino.
Un conjunto de jazz ha amenizado el evento que ha comenzado puntualmente a las 20.00h con breves discursos de Rafael Moreno, gerente del Hotel La Perla, el propio Alex Múgica y el presidente de la comunidad foral, D. Miguel Sanz.
Buen ambiente, amigos, algo de picar y vinos de Bodegas Julián Chivite.
Me gustaría destacar la presentación en sociedad del Baluarte 2008 Verdejo, un Rueda que la conocida bodega de Cintruenigo se ha sacado de la chistera para el regocijo de sus incondicionales.
Particularmente lo encuentro en línea con los vinos de la casa. Perfectamente apoyados en su imagen de marca no necesitan de grandes esfuerzos para causar alboroto entre los consumidores y venderlo casi todo.
En vista es muy atractivo, amarillo verdoso, a tono con el verde pistacho de la capsula donde Chivite aparece tropecientas veces (no lo puede hacer en la etiqueta).
Nariz muy intensa, de dudosa monovarietalidad por los recuerdos de Sauvignon Blanc (ya se que es mucho mojarme pero si no lo digo reviento). Limpio, fresco, franco. Con esas notas hormonales tan características, los anisados, manzana verde, piña, algo de pomelo y cierto toque vegetal.
En boca pierde mucho su encanto. Se queda justito. Buena acidez pero carente de pegada, de chicha. Amargor del verdejo, paso muy ligero, casi breve, acuoso.
La Guarda de Navarra desea a “La Cocina de Alex Múgica” que sepa ganarse el corazón y el paladar de quienes les visiten.
Espero que además sea un local de referencia enológica por qué para eso vamos a trabajar.
¡Ánimo! ¡Buenas noches y buena suerte!

domingo, marzo 01, 2009

Fernández Arcaya Reserva 1995


Interesante resaca post electoral. Aunque imagino el desenlace.
Descubrimiento del mes de febrero.
Cuando alguien prueba un vino y a la vez conoce a su creador las sensaciones son radicalmente diferentes.
Hace ya un tiempo que miraba de reojo a este reserva. No me atrevía a dirigirme a él, existía el riesgo de no congeniar.
Cual fue mi sorpresa cuando un día, por obligación, tuve que descorcharlo y encontrar dentro de la botella uno de los monovarietales de Cabernet Sauvignon más interesantes de Navarra.
Debo puntualizar que se trata de una añada del 95, año en el que todavía no se trabajaba con esta casta foránea, y mejorante, tan inteligentemente como en nuestros días.
Pues por lo visto ya había alguien en Los Arcos, Jesús y Miguel, que la entendían a la perfección.
Fernández de Arcaya Reserva 1995.
Cabernet Sauvignon 100%. Barricas de roble francés y americano.
A la vista se muestra más vivo que muchos crianzas de la D.O. Con un color cereza intenso con ribetes granates virando, sin subyugarse, a los ocres. Limpio, brillante y con una lágrima densa.
En nariz remata con complejidad, frescura e intensidad. Muy mineral, terroso. Maduro, equilibrado con buena acidez. Licor de cassis, cacao, chocolate puro, mermelada. Madera de cedro, notas balsámicas.
Boca alegre. De espíritu joven. Sabroso. Cuerpo medio. Postgusto largo. Paso ligero, dulce que mantiene una acidez refrescante y taninos redondos.
La Guarda de Navarra recomienda su decantación y su posterior disfrute a una temperatura de 16-17 grados.
Un buen ejemplo de lo que es un reserva, y que en Navarra parecen no entender.
Apuesto a que otros reservas forales del mercado, tan de moda, no llegan a la longevidad de este Fernández de Arcaya y con las propiedades tan intactas.
¡Algunos no llegan ni al año que viene! De hecho son calcados a los crianzas de su misma marca y me temo que muchos se diferencian solo en la etiqueta. Cosas del vino.
¡Llévaahme a casa!