jueves, diciembre 24, 2009

Feliz Navidad














FELIZ NAVIDAD A TODOS LOS AMIGOS DE ESTE HUMILDE BLOG.

Al resto, no se que hacéis aquí si buscabais otra cosa.




La Guarda de Navarra recomienda consumir mucho vino, no moderadamente, para solidarizarnos con esas bodegas que lo estan pasando mal.
¡Acabemos con el excedente!

miércoles, diciembre 16, 2009

Reflexiones obligadas



Si los viticultores no cuidan la uva, bien por que no se la pagan y no es rentable o por que piensan que el vino nace por intervención divina de uva poco sana (una mala interpretación de la filosofía biodinámica).

Si los bodegueros no pagan la uva de calidad, exigen, exprimen, demasiado a los agricultores sin corresponder con un precio, al menos, digno. Si se hacen la competencia desleal y rastrera, entre ellos, para deshacerse del excedente (promociones una más una, precios de ganga con tal de sacar al prójimo de su nicho de mercado, regalando coche por compra de mil cajas, colocando el vino del establecimiento gratis todo el año,…).

Si la hostelería y la restauración siguen aprovechándose de esas promociones sin repercutir las bajadas en los precios de las copas o en las cartas de vino. El margen para los de siempre. Si no fomentan y apoyan la extraordinaria labor de los malpagados sumilleres.

Si los consumidores ya no consumen. Si los aficionados prefieren la cerveza que al menos se sirve fresca. Si solo se buscan vinos de bodegas moribundas de las que beneficiarse o reservas de 1,85€.

¿A dónde vamos? ¿Qué se ha hecho mal para llegar a esta situación?

Desconozco si se habló de todo esto en la Winefuture Rioja´09 o seguían tan preocupados con los bloggers como para olvidarse que ellos viven del vino y sin él no son nada.
Por cierto Maite Corsín en Sibaritas (cuanto juego me da esta revista) pone en boca de Robert Parker la frase de “Hay que distinguir entre blogs buenos y malos. Solo los buenos seguirán sobreviviendo, aunque el resto no hagan más que hacer ruido.”
Coño, Robert, como en tu gremio. Unos hacéis ruido y los buenos trabajan para que esto del vino continúe. Si todos fueran como tú la mayoría de las bodegas no existirían o estarían olvidadas. No merecen la pena si no son de tu gusto o si no te pagan lo suficiente para que tu omnipotencia les caiga como maná.
Para terminar quiero reconocer públicamente que no entiendo a Peñín.
En su editorial de este número de diciembre-enero de Sibaritas apunta varias cosas para guardar en el recuerdo. Memorables.
Señala a Pancho Campo como extraterrestre comentando que ha tenido que ser un personaje venido de otro mundo quien organice un congreso a la americana, es decir, o asisten los mejores o nadie.
Se echa piedras encima al reconocer que en este país se organizan mediocridades con ponentes de escasa relevancia, por temor de que los grandes no acepten la invitación. Y yo que pensaba que en Pamplona lo organizado por los enólogos el año pasado había contado con los mejores (Peñín, Víctor de la Serna, Proensa, Juancho Asenjo).
Por esa razón los españoles somos incapaces de vender nuestros vinos mejor que franceses, italianos, americanos, etc, etc. No nos sentimos superiores aunque lo seamos. Siempre tienen que venir de fuera a refrotarnos nuestra estúpida humildad.
A igualdad de precio pocos vinos del mundo superan a los vinos españoles en calidad, en legalidad y en salubridad o higiene.
Y el colmo de los colmos.
Se le llena la boca, en este caso la pluma, recordando que participó en el afamado congreso charlando sobre “enomarquismo”, esa cultura de las puntuaciones en la que, dice, estamos metidos.
Pero si es él uno de los culpables de que a muchas tiendas especializadas vayan pavos y doñitas pertrechados con la guía de sus carnes buscando vinos imposibles que tengan más de 90 puntos peñín y sin preguntarse, si quiera, sin son blancos o tintos.
De verdad, yo ya no entiendo nada. Bueno si, una cosa, que el mundo del vino esta moribundo y nos hemos rodeado de matasanos con titulo y sin experiencia.
¡Sálvese quien pueda!
Por cierto, conozco importante grupo inversor que busca bodega con prestigio, y buen vino, para comprar. Absoluta discreción y profesionalidad.
Razón: Este humilde blog.

miércoles, diciembre 09, 2009

Remírez de Ganuza Reserva 2001


Hay veces que la vida te depara sorpresas agradables.
Si no te agraden como a Hermann Tertsch por no reír, o tolerar, las gracias de un payaso, si no detienen unos funcionarios armados, hijos de la Gran Bretaña, por perseguir el narcotráfico, si no te destapan el caso Climagate que hecha por tierra el bienestar personal de Al Gore y devotos, podríamos confirmar que hemos tenido un buen día.
Y si descorchas un mágnum de Reserva Remírez de Ganuza 2001, puedes gritar ¡He tenido un día redondo!
Redondo fue el primer vino que recuerdo de Fernando Remírez de Ganuza. Fue un reserva también, olvidé la añada, el que me abrió las puertas del cielo cuando mi paladar, sin pulir, solo conocía extraordinarios vinos jóvenes de Rioja Alavesa.
Redondo estaba el 2001 y así hubiera permanecido algún año más si lo hubiésemos dejado.
Corcho en perfecto estado de revista, botella de litro y medio adecuada para guarda, perdices camperas y cordero segoviano.
Vino elaborado con los hombros de uvas tempranillo, 90%, y graciano, 10%. En barricas francesas, 80%, y americanas, 20%, se cría y crece durante 21 meses.
A la vista sorprende su brillo y su limpieza (algún poso al final no estropea el disfrute glorioso). Un color picota de ribete aún granate nos informa de su correcta evolución. Buena lágrima, ¡para llorar de alegría!
Nariz elegante, compleja. Atributos que anuncian que estamos delante de un grandísimo vino. Excelente fue calificada la añada 2001 y excelentes son sus aromas. Franqueza e intensidad sin fin. Absolutamente equilibrado.
Notas iniciales de repostería fina. Dulce crema que envuelve a una fruta de exquisita selección. Fruta en compota, fruta roja recubierta de chocolate. Cualquier cosa, pero deliciosa. Sutilmente balsámico y especiado.
Como los grandes va creciendo en la copa. Para charlar un buen rato.
Boca carnosa, sabrosa. Ataque dulce y paso de terciopelo. Estructura y equilibrio. Largura más que notable. Taninos maduros. Buena potencia gustativa. ¡Vaya finura!
Que más decir, La guarda de Navarra recomienda este vino. La Guarda de Navarra quiere volver a probar este vino, lo necesita.
¿Quién ha dicho que lo tiene? Allí voy.

Llega a hombros
crianza inteligente
Joya redonda