Este post va dedicado a quienes nos gusta el vino y lo bebemos sin conocimiento.
Trata de la cata de una serie de vinos en la que unos gustan más y otro menos.
El lugar elegido para la ingesta alcohólica, si alguien sigue el blog ya se lo imagina, La Carte des Vins, en la calle Iturrama de Pamplona.
-Ferratus 2004.
Elaborado por las Bodegas Cuevas Jiménez con la variedad tempranillo. Un Ribera del Duero con carácter. Solo 30.000 botellas para comprobarlo.
A la vista nos deleita con un color cereza apicotado con ribete granate y violeta. Brillante, muy atractivo e intenso.
Nariz aromática. Potente. Balsámico, recuerdos del pinar junto al que se cría, fruta madura, especias y tostados, de la madera, muy personales.
Boca con unos taninos muy marcados, excesivamente secante. Sabroso y largo, nos hará disfrutar doble, o triple, después de una larga permanencia en botella. Gran estructura y excelente acidez, en resumen un vino de guarda.
-Ferratus Sensaciones 2003.
De la misma bodega y procedente de la misma uva, pero de dos pagos concretos de la propiedad.
Vestido como su hermano menor, tal vez con algo más de brillo. Intensidad cromática alta. Glicérico, no olvidemos los calores de ese año. Lagrimas densas y largas.
Nariz curiosa, predominando la fruta madura, toques balsámicos, especiados y minerales. Unos tostados deliciosos, sugerentes y, parece que, firma de la propietaria.
Boca sabrosa y golosa. Cuerpo medio y una largura a tener en cuenta. Acidez buena, tanicidad la justa y andamios para una larga vida.
Solo 5.500 botellas que condensan la filosofía de la bodega.
-Alonso del Yerro 2004.
Otro ribera de la Bodega Viñedos Alonso del Yerro en Roa, Burgos.
Picota intenso con ribete granate. Parece que no ha sido filtrado ni clarificado pues presenta cierta turbidez.
Nariz intensa, balsámica, algo de regaliz, fruta madura, flores, madera tenue muy bien integrada.
La boca de paso amable, largura y persistencia notable, una acidez algo elevada y unos taninos correctos en proceso de redondeo.
Representativo de la nueva tendencia de Ribera del Duero.
-Hemar Joven 2006.
Elaborado con tempranillo en la Bodega Hemar, un Ribera de Duero de Fuentecen-Burgos.
Sulfuroso inicial que le cuesta desaparecer.
Bonito color rojo bordelés con tonos violetas. Capa media alta. Brillante.
En nariz fruta fresca, tras el azufre, floral y algún toque herbáceo, verdor.
Boca con acidez agradable y algo tánico. Un vino correcto, si no tenemos en cuenta esa nariz sulfurosa, con una largura interesante.
-Pesgos 2003.
Es un Tinto selección barrica, como marca su etiqueta, digamos un crianza. Vino de la Tierra de Cangas. De Cangas del Narcea, Asturias. Elaborado con Carrasquín, Albarín, Verdejo Tinto y Mencía. Alguna de ellas hasta hoy, para mí, desconocidas y curiosas. Todas son tintas.
En vista no nos dice gran cosa ya que esta abierto de color. Desconozco si es así o el tiempo le ha jugado una mala pasada.
La nariz es interesante. Te sorprende. Tiene intensidad. Torrefactos y fruta roja es lo que predomina. Se puede encontrar algo de toffe y recuerdos a betún.
Afrutado en boca, con frescura y un fondo mineral. Me convence más que la nariz. Largura media. Un vino para adornar el currículo de las variedades catadas.
-Orgullo Tinto 2004.
Vino tinto de Rioja con 3 meses de barrica. Tempranillo.
A la vista presenta un color rojo burdeos pero ligero, de capa media baja.
En nariz se muestra balsámico, licoroso, algo complejo, con notas de laurel, no mucha fruta, pero madura.
La boca destaca por su acidez y sensación alcohólica. Tiene largura media.
-Orgullo Blanco 2004.
También de Rioja. Elaborado con viura con sobremaduración y principio de botritis.
A la vista es amarillo pálido, brillante con reflejos dorados.
En nariz me parece estupendo. Apareciendo piña, maracuyá, notas cítricas. Es un punto mentolado. Se puede disfrutar de aromas a sobremaduración pero no aparecen los botritizados. Dejo que se caliente un poco, pero no me convence. Mejor fresco, aún con el riesgo de la pérdida de aroma.
En boca llena la boca con una fruta fresca muy agradable. Es ligero y queda algo corto. Prometía más en nariz.
-Lazaruswine.
Desconozco más datos de este vino, y del que le sigue, pues están “elaborados”, exclusivamente, por ciegos y aún no controlo el braille que decoraba la etiqueta.
Se que lleva syrah, merlot y tempranillo.
Timidez, muy cerrado. Color picota con ribete granate. Fruta y madera a partes iguales.
Otro Lazaruswine, este de syrah y merlot.
Me parece mas interesante este vino.
Color picota con ribete granate.
De nariz aromática y curiosa. Mineral, tostados, balsámico, licoroso, fruta madura en licor. Te despeja con claridad las vías respiratorias tanto vía nasal como bucal. Tiene potencia.
Es amplio en boca y tánico. Fruta muy madura, bombones en licor. Sabroso y calido.
-Pago del Vicario Petit Verdot 2006.
Personalmente, el vino de la noche. Mil y una sensaciones en una botella, desde el primer contacto visual hasta la boca, pasando por la nariz. Sorprendente y recomendable, aunque no haya para todos debido a su corta producción.
De la Bodega Pago del Vicario, en Ciudad real, como Vino de la Tierra de Castilla.
Elaborado con petit verdot y dándole una personalidad que me cautivó desde el primer momento. Igual es que me conformo con poco, pero al menos lo disfruté.
Presenta un atractivo y brillante color cereza, de intensidad media, con tonos azules que le acercan casi más a un tinto que a un rosado. Me recordó a un rosado de Pagos de Araiz 2005 que probé hace unos meses y que atraía tu atención por su tonalidad tan poco habitual.
En nariz derrocha generosidad. Nos regala de todo, flores, frutas, potencia y frescura. Encontramos lilas, violetas, moras negras, fresas, cerezas, frutillos rojos, café y notas balsámicas.
La boca también es compleja, con cuerpo, volumen, armazón. Tiene grasa, es carnoso. Sabe a fruta. Tiene una acidez buenísima, es algo tánico, muestra un amargor que me parece elegante aportando complejidad y elegancia. Equilibrado.
Es un vino vivo, alegre, fresco y goloso, con una largura considerable y que deja huella.
La Guarda de Navarra lo recomienda y se hace con otra botella para disfrutar de un bis a bis.
Ahora viene un Riesling alemán pero después de beber tanto soy incapaz de pronunciarlo. Esta fresco, agradable y pasa con suma facilidad.
Corto y cierro.
Trata de la cata de una serie de vinos en la que unos gustan más y otro menos.
El lugar elegido para la ingesta alcohólica, si alguien sigue el blog ya se lo imagina, La Carte des Vins, en la calle Iturrama de Pamplona.
-Ferratus 2004.
Elaborado por las Bodegas Cuevas Jiménez con la variedad tempranillo. Un Ribera del Duero con carácter. Solo 30.000 botellas para comprobarlo.
A la vista nos deleita con un color cereza apicotado con ribete granate y violeta. Brillante, muy atractivo e intenso.
Nariz aromática. Potente. Balsámico, recuerdos del pinar junto al que se cría, fruta madura, especias y tostados, de la madera, muy personales.
Boca con unos taninos muy marcados, excesivamente secante. Sabroso y largo, nos hará disfrutar doble, o triple, después de una larga permanencia en botella. Gran estructura y excelente acidez, en resumen un vino de guarda.
-Ferratus Sensaciones 2003.
De la misma bodega y procedente de la misma uva, pero de dos pagos concretos de la propiedad.
Vestido como su hermano menor, tal vez con algo más de brillo. Intensidad cromática alta. Glicérico, no olvidemos los calores de ese año. Lagrimas densas y largas.
Nariz curiosa, predominando la fruta madura, toques balsámicos, especiados y minerales. Unos tostados deliciosos, sugerentes y, parece que, firma de la propietaria.
Boca sabrosa y golosa. Cuerpo medio y una largura a tener en cuenta. Acidez buena, tanicidad la justa y andamios para una larga vida.
Solo 5.500 botellas que condensan la filosofía de la bodega.
-Alonso del Yerro 2004.
Otro ribera de la Bodega Viñedos Alonso del Yerro en Roa, Burgos.
Picota intenso con ribete granate. Parece que no ha sido filtrado ni clarificado pues presenta cierta turbidez.
Nariz intensa, balsámica, algo de regaliz, fruta madura, flores, madera tenue muy bien integrada.
La boca de paso amable, largura y persistencia notable, una acidez algo elevada y unos taninos correctos en proceso de redondeo.
Representativo de la nueva tendencia de Ribera del Duero.
-Hemar Joven 2006.
Elaborado con tempranillo en la Bodega Hemar, un Ribera de Duero de Fuentecen-Burgos.
Sulfuroso inicial que le cuesta desaparecer.
Bonito color rojo bordelés con tonos violetas. Capa media alta. Brillante.
En nariz fruta fresca, tras el azufre, floral y algún toque herbáceo, verdor.
Boca con acidez agradable y algo tánico. Un vino correcto, si no tenemos en cuenta esa nariz sulfurosa, con una largura interesante.
-Pesgos 2003.
Es un Tinto selección barrica, como marca su etiqueta, digamos un crianza. Vino de la Tierra de Cangas. De Cangas del Narcea, Asturias. Elaborado con Carrasquín, Albarín, Verdejo Tinto y Mencía. Alguna de ellas hasta hoy, para mí, desconocidas y curiosas. Todas son tintas.
En vista no nos dice gran cosa ya que esta abierto de color. Desconozco si es así o el tiempo le ha jugado una mala pasada.
La nariz es interesante. Te sorprende. Tiene intensidad. Torrefactos y fruta roja es lo que predomina. Se puede encontrar algo de toffe y recuerdos a betún.
Afrutado en boca, con frescura y un fondo mineral. Me convence más que la nariz. Largura media. Un vino para adornar el currículo de las variedades catadas.
-Orgullo Tinto 2004.
Vino tinto de Rioja con 3 meses de barrica. Tempranillo.
A la vista presenta un color rojo burdeos pero ligero, de capa media baja.
En nariz se muestra balsámico, licoroso, algo complejo, con notas de laurel, no mucha fruta, pero madura.
La boca destaca por su acidez y sensación alcohólica. Tiene largura media.
-Orgullo Blanco 2004.
También de Rioja. Elaborado con viura con sobremaduración y principio de botritis.
A la vista es amarillo pálido, brillante con reflejos dorados.
En nariz me parece estupendo. Apareciendo piña, maracuyá, notas cítricas. Es un punto mentolado. Se puede disfrutar de aromas a sobremaduración pero no aparecen los botritizados. Dejo que se caliente un poco, pero no me convence. Mejor fresco, aún con el riesgo de la pérdida de aroma.
En boca llena la boca con una fruta fresca muy agradable. Es ligero y queda algo corto. Prometía más en nariz.
-Lazaruswine.
Desconozco más datos de este vino, y del que le sigue, pues están “elaborados”, exclusivamente, por ciegos y aún no controlo el braille que decoraba la etiqueta.
Se que lleva syrah, merlot y tempranillo.
Timidez, muy cerrado. Color picota con ribete granate. Fruta y madera a partes iguales.
Otro Lazaruswine, este de syrah y merlot.
Me parece mas interesante este vino.
Color picota con ribete granate.
De nariz aromática y curiosa. Mineral, tostados, balsámico, licoroso, fruta madura en licor. Te despeja con claridad las vías respiratorias tanto vía nasal como bucal. Tiene potencia.
Es amplio en boca y tánico. Fruta muy madura, bombones en licor. Sabroso y calido.
-Pago del Vicario Petit Verdot 2006.
Personalmente, el vino de la noche. Mil y una sensaciones en una botella, desde el primer contacto visual hasta la boca, pasando por la nariz. Sorprendente y recomendable, aunque no haya para todos debido a su corta producción.
De la Bodega Pago del Vicario, en Ciudad real, como Vino de la Tierra de Castilla.
Elaborado con petit verdot y dándole una personalidad que me cautivó desde el primer momento. Igual es que me conformo con poco, pero al menos lo disfruté.
Presenta un atractivo y brillante color cereza, de intensidad media, con tonos azules que le acercan casi más a un tinto que a un rosado. Me recordó a un rosado de Pagos de Araiz 2005 que probé hace unos meses y que atraía tu atención por su tonalidad tan poco habitual.
En nariz derrocha generosidad. Nos regala de todo, flores, frutas, potencia y frescura. Encontramos lilas, violetas, moras negras, fresas, cerezas, frutillos rojos, café y notas balsámicas.
La boca también es compleja, con cuerpo, volumen, armazón. Tiene grasa, es carnoso. Sabe a fruta. Tiene una acidez buenísima, es algo tánico, muestra un amargor que me parece elegante aportando complejidad y elegancia. Equilibrado.
Es un vino vivo, alegre, fresco y goloso, con una largura considerable y que deja huella.
La Guarda de Navarra lo recomienda y se hace con otra botella para disfrutar de un bis a bis.
Ahora viene un Riesling alemán pero después de beber tanto soy incapaz de pronunciarlo. Esta fresco, agradable y pasa con suma facilidad.
Corto y cierro.
4 comentarios:
Querido amigo, ¿estamos hablando de cata o de ingesta? Porque si es lo primero, bien. Si lo segundo, sólo espero que La Carte des Vins de Pamplona (o ésta en concreto si hay más de un franquiciado) no estuviera muy lejos de tu casa!!!
Por lo demás, a estas alturas parece que ya hemos superado el problema de la ley seca, ¿no? Los bodegueros, los agricultores, los consumidores prudentes que somos, hemos conseguido entre todos, que la ministras y su jefe retiren la ley. Si quieren hacer una, que atiendan a la realidad del vino como alimento, no como droga. Sabes bien que en los EUA (Vinography), pero también en Italia (Vinopigro) y en Francia (Le blog d'Olif) pusieron el grito en el cielo con la nueva ley. Parece que hemos superasdo esa prueba y, por lo tanto, ya podemos volver a beber sin angustias!!!
Saludos cordiales,
Joan
Precisamente por eso tenemos que aprovechar a beber ahora que no hay angustias, pero tengo mis dudas de lo que ocurrirá cara al verano. Nuestro gobernantes son muy dados a la traición y a la nocturnidad, y no me fío de las resoluciones de última hora.
Un saludo.
Un saludo de gonzalo, padre de las criaturas Orgullo. Me alegra que hayais podido catarlas y espero seguir por este camino en Rioja. Sobre el proyecto de Elaboración Sensorial Lazaruswine, pues que decir, que cuando Antonio Tomás Palacios empezó su camino con personas ciegas no sabíamos muy bien hasta donde podría llegar.Hoy vemos unos vinos vibrantes que colman el esfuerzo realizado desde el año 2000. Un saludo. gonzalo. thewinelove.com
Un saludo Gonzalo, pero la próxima vez incluye en las etiquetas la información para el resto del mundo pues si no llegamos a tener el folleto a mano de the wine love aún continuamos elucubrando sobre el vino.
Gracias por visitar el blog.
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