Vino perteneciente a Bodegas y Viñedos Agribergidum, en Pieros-Cacabelos, León, España, por tanto de la D.O. Bierzo.
Esta botella es de regaliz, de regalo quiero decir. Obsequio de la persona, no recuerdo su nombre, femenina para más datos y del departamento de exportación, que la bodega desplazó a Pamplona al I Salón del Vino. Muchas gracias.
Ya sabía yo que encontraría cosas buenas en León, además de…bueno continuemos con el vino y dejemos el circo para otro día.
Elaborado con Mencía de viñedos viejos reposa durante 20 meses en barrica de roble francés, americano y húngaro.
Antes de probarlo le dejo, al menos, media hora desde el descorche.
Encomienda Templaria Reserva 2001.
A la vista es morado intenso, un picota casi cubierto con ribete granate, sin reflejo alguno del paso del tiempo. Lagrima densa y larga.
En nariz empieza con una timidez donde aparecen aromas que me recuerdan a la morcilla, tal vez por algún toque animal y especiado, pero ahí queda.
Enseguida, a la vez que aumenta la temperatura, aparece fruta negra y roja, pero madura. Mermeladas. También un molesto olor a detergente que poco a poco acaba por desaparecer.
Betún, regaliz, nuez moscada, pimienta, mentol y tostados muy ricos que terminan en ahumados.
Tiene cierta complejidad nasal y una madera bien integrada a pesar de la elevada dosis aplicada.
En boca es amplio, con largura notable y unos taninos todavía vivos. El alcohol se nota al llegar al estomago y tiene una buena acidez.
Es un vino con estructura, sabroso, untuoso, de cuerpo medio-alto, con carga frutal y aunque la madera está presente no destaca.
La Guarda de Navarra se felicita por haber tenido la oportunidad de catar este vino y espera que muy pronto caiga el Godello, de la misma casa, que espera paciente la mejor ocasión y el mejor marisco.
Para terminar, sin otra versión a mi alcance, aclaro que el nombre de Bierzo debe ser derivado de la ciudad prerromana Bergidum y ager-agri significa en latín campo, con lo cual se explica el nombre poco comercial de la bodega, digo esto porque al pasar el tiempo me es imposible recordarlo, y bastante tengo con Encomienda Templaria.
Aconsejo su ingesta per secula seculorum.
A la vista es morado intenso, un picota casi cubierto con ribete granate, sin reflejo alguno del paso del tiempo. Lagrima densa y larga.
En nariz empieza con una timidez donde aparecen aromas que me recuerdan a la morcilla, tal vez por algún toque animal y especiado, pero ahí queda.
Enseguida, a la vez que aumenta la temperatura, aparece fruta negra y roja, pero madura. Mermeladas. También un molesto olor a detergente que poco a poco acaba por desaparecer.
Betún, regaliz, nuez moscada, pimienta, mentol y tostados muy ricos que terminan en ahumados.
Tiene cierta complejidad nasal y una madera bien integrada a pesar de la elevada dosis aplicada.
En boca es amplio, con largura notable y unos taninos todavía vivos. El alcohol se nota al llegar al estomago y tiene una buena acidez.
Es un vino con estructura, sabroso, untuoso, de cuerpo medio-alto, con carga frutal y aunque la madera está presente no destaca.
La Guarda de Navarra se felicita por haber tenido la oportunidad de catar este vino y espera que muy pronto caiga el Godello, de la misma casa, que espera paciente la mejor ocasión y el mejor marisco.
Para terminar, sin otra versión a mi alcance, aclaro que el nombre de Bierzo debe ser derivado de la ciudad prerromana Bergidum y ager-agri significa en latín campo, con lo cual se explica el nombre poco comercial de la bodega, digo esto porque al pasar el tiempo me es imposible recordarlo, y bastante tengo con Encomienda Templaria.
Aconsejo su ingesta per secula seculorum.
No hay comentarios:
Publicar un comentario