jueves, mayo 03, 2007

L`Ermita 2000


Último vino de la cata “Paseo por los Grandes Vinos del Mundo”, el octavo, y el paladar pide una tregua sin condiciones con lo que espero que mis apuntes no estén desvirtuados en un vino que tardaré en volver a probar.
El precio de 475€ te condiciona en exceso a la hora de ser imparcial, justo y objetivo con los comentarios pero aún así hago un esfuerzo para atacar a la joya de Álvaro Palacios.
Procede del Priorato, Cataluña, España y se elabora con un coupage de garnacha 80%, cabernet sauvignon 15% y cariñena 5%.
Pasa 16 meses de crianza en 16 barricas nuevas de roble francés antes de ser embotellado.
L`Ermita 2000.
A la vista muestra un color cereza intenso con borde granate. De capa media alta presenta elevada densidad de lágrimas. Brillante y atractivo.
La nariz, me la imaginaba mas potente, es elegante y tiene una evolución extraordinaria en la copa mostrando cantidad de matices y aromas. Fruta roja (fresa) madura. Hay manzanilla y una frescura cítrica algo extraña. Aparecen notas minerales, recuerdos a las pizarras donde enraízan las cepas, pero, con mi inexperiencia, no lo relacionaría con un Priorato. Balsámicos tenues. Tostados de la madera claros, demasiado. Algo especiado. Evolucionando aparecen chocolates y frutas en licor. Es complejo, ¡ya puede!
En boca me desilusiona un poco pues lo encuentro sin pegada. No quiero decir que no la tenga, pero siendo peso pesado no me tumba, aunque baje la guardia.
Tiene buena acidez, algo alta pero tolerable, muestra una lógica tanicidad y una largura considerable. Tiene un paso aterciopelado, demasiado fácil. Es carnoso y untuoso pero le falta alegría para considerar los euros, que cuesta, bien invertidos. Es un vino muy rico y casi me atrevería a decir redondo, pero no me toca la fibra.
Con esto que voy a decir resumo mis sensaciones. En mi cabeza perdura el recuerdo del Sassicaia y el del Penfolds Grange, entre otros, pero el L`Ermita no dejó ni una huella, bueno solo una, la de una excesiva amabilidad. Eso en otro vino hubiera sido suficiente para aplaudir con la orejas, pero en él te deja como descolocado. Una comida sin segundo plato y postre. Una película sin final. Un Ferrari con el mismo espacio interior de un Seiscientos y la misma conducción. Un si pero no.
Otra ocasión tendré, seguro que no, para desdecirme.
¡Extraordinario!, en todas sus acepciones.

1 comentario:

Ronald desde Venezuela dijo...

Impresionante tu comentario sobre L´Ermita 2000, yo lo he probado 2 veces, la primera fue entre cuatro personas y me dije a mí mismo algo pasó no lo dejamos que se aireara lo suficiente, lo tomamos muy rápido po ser 4 personas y no nos entregó lo que tenía que dar, en fin me inventé excusas a mismo, las otras tres personas decían que barbaro esto es algo increible, es lo mejor que he tomado, y yo cn una sonrrisa fingida, hacía gestos de aprbación con mi cabeza. Hace 2 semanas, decidí intentarlo de nuevo ahora solo con mi esposa, pusimos la mitad de la botella en un decantados para que se aireara, y la otra mitad la reservamos en su botella original para ver como evolucionaba en uno y otro recipiente. Nuevamente me desilucioné, no es que esté mal, pero tus palabras son asombrosas, al señalar que para ser uno de los grandes del mundo, del planeta la verdad no me tumba, esa es mi triste verdad con este glorioso vino.