Conde de la Salceda reserva 2000

Vuelvo a catar un vino de la Rioja Alavesa. Lo aviso para quien cree que no frecuento la comarca como debiera, aunque alego en mi defensa que hay muchos vinos que probar y prefiero sufrir una hepatomegalia por beber diversidad, pluralidad, y no por un empacho de patriotismo exacerbado, dicho finamente. Ya hay suficientes ejemplos de bebedores exclusivos del vino de su tierra, yo me conformo con amarla, defenderla y respetarla, aunque siempre nos quedará Paris.
Es un vino de tempranillo procedente de Elciego de la Bodega Viña Salceda propiedad de la Bodega Julián Chivite desde 1998.

Conde de la Salceda reserva 2000.
En vista presenta un color picota o cereza intenso con ribetes granatosos. Brillante y atractivo, de intensidad media alta.
La nariz, una vez salvada la timidez inicial, nos muestra un vino aromático, con potencia y muchos matices. Frutal, fruta madura, floral, especiado, balsámico, con una madera presente pero sin molestar. Toques de regaliz, café, cuero y algo de chocolate.
En boca me deja algo desencantado. Es carnoso, de cuerpo medio, con fruta, de acidez correctísima, tanicidad justa y un puntito alcohólico, pero carece de punch. De largura media, carece de una amplitud que te deje satisfecho. Tiene un paso tan fácil, me atrevería a decir tan aterciopelado, que te deja esperando el clímax, sin alcanzarlo.
Alguien dijo que se notaba la mano de Chivite y que este vino tendía a los 125 Aniversario, mi opinión es que solo se parece en el diseño de la botella.
La Guarda de Navarra lo recomienda, pero opina que no vale lo que cuesta y eso que me empeñé en justificar el precio.