Bien, bien, bien, pero ¿y después de las elecciones?
Nuestra mElena ha reculado, feo verbo para una señora. Asegura que es para que la, más que posible, Ley del Alcohol no sea utilizada por los partidos como arma electoral. Mi opinión es que la retiran precisamente por eso, para no perder votos por su soberbia e incapacidad para poner de acuerdo a todas las partes implicadas en el chanchullo.
Su jefe de gabinete le habrá presionado hasta la saciedad, eso si con talante y con esa mirada capaz de derretir a la mas pintada.
Si yo fuera usted señora ministra traspasaría mi cartera antes de que sea demasiado tarde. Es mejor dimitir a que te “dimitan” y dar paso a otra ministra paritaria, saliendo honrosa y con la melena alta.
No se puede consentir que tras largos días de revuelos y rumores continuados ahora ceda al chantaje del presidente. Se dice de usted que es una mujer de armas tomar. Ahora es el momento de tomarlas y sabiendo, como sabe, que esa ley se aprobará si o si, y esté quien esté en el ministerio, le pase el marrón a una compañera de partido.
Usted ya ha hecho suficiente por el sector del vino y pasará a la historia por muchas cosas, entre ellas por haber parido un borrador que siempre, aunque no continúe, llevará su sello y su nombre.
Parodiando a muchos personajes y antes de que le pille el toro:
“Váyase, señora Salgado, váyase”
Nuestra mElena ha reculado, feo verbo para una señora. Asegura que es para que la, más que posible, Ley del Alcohol no sea utilizada por los partidos como arma electoral. Mi opinión es que la retiran precisamente por eso, para no perder votos por su soberbia e incapacidad para poner de acuerdo a todas las partes implicadas en el chanchullo.
Su jefe de gabinete le habrá presionado hasta la saciedad, eso si con talante y con esa mirada capaz de derretir a la mas pintada.
Si yo fuera usted señora ministra traspasaría mi cartera antes de que sea demasiado tarde. Es mejor dimitir a que te “dimitan” y dar paso a otra ministra paritaria, saliendo honrosa y con la melena alta.
No se puede consentir que tras largos días de revuelos y rumores continuados ahora ceda al chantaje del presidente. Se dice de usted que es una mujer de armas tomar. Ahora es el momento de tomarlas y sabiendo, como sabe, que esa ley se aprobará si o si, y esté quien esté en el ministerio, le pase el marrón a una compañera de partido.
Usted ya ha hecho suficiente por el sector del vino y pasará a la historia por muchas cosas, entre ellas por haber parido un borrador que siempre, aunque no continúe, llevará su sello y su nombre.
Parodiando a muchos personajes y antes de que le pille el toro:
“Váyase, señora Salgado, váyase”
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