El pelo de Britney Spears

Para que luego digan que el vino es caro.
¿Cómo se pueden pagar 1.000 dólares por un mechón de pelo de Britney Spears? ¿O pagar por la lata vacía de un Red Bull que se tomo mientras le rapaban la cabeza?
Mientras, los que quieren morir sanos criticando a dos bandas a quienes nos gusta invertir en placeres terrenales-tabaco, alcohol, carne grasa o vino-, algo que no conoce la ministra que decidió envainar su espada cuando debía haberse batido en duelo con Alatriste- por personalizar sus temores. Se puede leer en la primera novela que Arturo Pérez Reverte dedica a este espadachín a sueldo, veterano soldado de los tercios de Flandes- cuando los soldados eran soldados y no enfermeras, “No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente”…Oído ministra, va-lien-te.
Todo el mundo rasgándose las vestiduras por asuntos tan triviales como el terrorismo, el paro, la vivienda o el fútbol, y el negocio está es en Internet.
¡Señora, compre ahora un mechón de la Espirs-o toda la melena- y multiplique su valor en cuanto la chica la palme! Que al paso que va podemos hablar de una inversión a corto plazo.
¡Cuídate Britni y les estropeas la inversión a todos los carroñeros!
Yo continuaré comprando vino que es un alimento y no el pelo, aunque ya vi en TV a alguien que se lo comía entre pan y pan, Bimbo, por una apuesta. Hay gente para todo.
El consumo de vino descendiendo y las hipotecas subiendo, cuando debería ser al revés. Es decir bebiendo mas vino para celebrar que bajan las hipotecas o si queréis, bebiendo mucho vino para olvidar que gracias a las hipotecas es imposible estirar el sueldo hasta fin de mes.
¡Como fluyen las ideas, brainstorming en inglés! No se puede uno fiar de una Buckler Sin.