El arsenal escogido para la cena de Nochevieja lo voy a dividir en dos para no aburrir al personal con un exceso de adjetivos superlativos epítetos.
Empecemos por un vino blanco francés de la Alsacia. Seco, de la variedad riesling y que con las puntuaciones recibidas por parte de Robert Parker y la revista Wine Spectator, ambas de 91 puntos, queda perfectamente presentado.
Es un Trimbach Cuvée Frederic Emile 2000.
A la vista presenta un amarillo pálido con brillos hacia tonos verdes. Intensidad media baja.
En nariz es aromático y potente, de carácter elegante y muy simpático, pues nos cuenta de todo. Presenta un excelente fondo mineral y matices claros de cítricos, mandarina y algo de naranja. Muy afrutado.
Su paso por boca es alegre, marcado por una maravillosa acidez. Un ligero amargor le da el toque selecto, muy logrado. Tiene largura y cuerpo medio. Equilibradísimo. Me da la impresión que podía haber redondeado sus formas y sus aromas con más tiempo en botella.
Me da lo mismo está espectacular y lo bebería mil y una veces más sin llegar a su madurez, aunque alguna botella podría guardarse para el futuro.
Sigamos por un champagne de la France, también. Que se note nuestra españolidad pero sin exclusiones.
Un Brut Grand Reserve Gosset.
Marca prestigiosa de francesa y dicen, que la más antigua de los vinos de Champaña, data de 1584.
Vino blanco de las variedades pinot noir, chardonnay y pinot meunier.
Precioso color amarillo dorado de intensidad media-baja. Limpio.
En nariz muestra toda su potente intensidad y su complejidad. Es afrutado y floral, intuyéndose los matices de su paso por el roble.
La boca es sedosa presentando, en su paso, un cuerpo medio, podríamos decir untuoso. Toques dulces de frutas, aromas concentrados.
La s burbujas favorecen en la boca su estructura y sus increíbles sensaciones. Una acidez perfectamente acoplada y una persistencia inolvidable.
Sencillamente magnifico, teniendo en cuenta que mis experiencias con espumosos son menos frecuentes de las deseadas.
Lo bueno es fácil de apreciar, así cualquiera.
Empecemos por un vino blanco francés de la Alsacia. Seco, de la variedad riesling y que con las puntuaciones recibidas por parte de Robert Parker y la revista Wine Spectator, ambas de 91 puntos, queda perfectamente presentado.
Es un Trimbach Cuvée Frederic Emile 2000.
A la vista presenta un amarillo pálido con brillos hacia tonos verdes. Intensidad media baja.
En nariz es aromático y potente, de carácter elegante y muy simpático, pues nos cuenta de todo. Presenta un excelente fondo mineral y matices claros de cítricos, mandarina y algo de naranja. Muy afrutado.
Su paso por boca es alegre, marcado por una maravillosa acidez. Un ligero amargor le da el toque selecto, muy logrado. Tiene largura y cuerpo medio. Equilibradísimo. Me da la impresión que podía haber redondeado sus formas y sus aromas con más tiempo en botella.
Me da lo mismo está espectacular y lo bebería mil y una veces más sin llegar a su madurez, aunque alguna botella podría guardarse para el futuro.
Sigamos por un champagne de la France, también. Que se note nuestra españolidad pero sin exclusiones.
Un Brut Grand Reserve Gosset.
Marca prestigiosa de francesa y dicen, que la más antigua de los vinos de Champaña, data de 1584.
Vino blanco de las variedades pinot noir, chardonnay y pinot meunier.
Precioso color amarillo dorado de intensidad media-baja. Limpio.
En nariz muestra toda su potente intensidad y su complejidad. Es afrutado y floral, intuyéndose los matices de su paso por el roble.
La boca es sedosa presentando, en su paso, un cuerpo medio, podríamos decir untuoso. Toques dulces de frutas, aromas concentrados.
La s burbujas favorecen en la boca su estructura y sus increíbles sensaciones. Una acidez perfectamente acoplada y una persistencia inolvidable.
Sencillamente magnifico, teniendo en cuenta que mis experiencias con espumosos son menos frecuentes de las deseadas.
Lo bueno es fácil de apreciar, así cualquiera.
2 comentarios:
Dos excelentes vinos.
No he probado la añada 2000 del Trimbach CFE, pero sí la 99 que me encantó aunque creo que le vendrá bien algo más de botella. El 2000 es una añada algo superior en Alsacia.
A seguir disfrutando,
SobreVino
Y que tu lo leas. Llevo unos meses disfrutando de variedades casi desconocidas para mi y les estoy cogiendo gusto y cariño.
Un saludo.
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