Se habla de crisis en el sector del vino. A muchas bodegas se les acumulan las botellas dentro de su almacén y cada vez se echa más de menos el trasiego de camiones en los muelles de carga y descarga.
Pero habla de esto quien no conoce Vallobera.
Cuantas veces, buceando en Internet, se da uno de narices con páginas o artículos que la definen como una de las bodegas que mejor conjuga la relación calidad precio.
Y en eso basa todo su potencial, año a año se van mejorando sus vinos, la bodega va evolucionando, se va ampliando, van a apareciendo nuevos vinos, como el Caudalia y algún otro que está por llegar, pero los precios se mantienen.
¿Donde esta el secreto?
Desde su creación la línea ascendente marcada por los vinos que elaboran parece no tener límite.
Hay distintas posibilidades desde blancos a tintos, de jóvenes a crianzas y reservas pasando por semicrianzas. Incluso un vino de alta gama estrechamente identificado con la filosofía de la casa.
Cada referencia despunta por un carácter muy personal. Los blancos, de viura, por su frescura y por su intensidad aromática. Punto positivo sabiendo del carácter tan retraído de esta variedad en los vinos monovarietales.
Los tintos casi exclusivamente de tempranillo tienen una personalidad que los hace inconfundibles en toda la comarca. Afrutados y sanos. La madera perfectamente ensamblada y aromas muy naturales.
La Guarda de Navarra comparte estos vinos por que confía absolutamente en ellos y por que garantizan un disfrute excepcional sin que afecten a nuestro bolsillo.
¡Quien da más!
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