lunes, octubre 16, 2006

De chiste


Se comenta que el consumo de vino en hostelería, o mas exactamente en restauración, desciende a pasos de Groucho Marx.
Me dicen que el almacén acumulado no rota. Los clientes siguen acudiendo al restaurante pero prácticamente no consumen vino. ¡Que tristes!
Que los hay tan osados que piden una copa, ya ni se dignan a pedir una botella de 375 ml. o 3/8, tamaño este que se me antoja grande teniendo en cuenta que demandan comercializar botellas de 200 ml. o de 1/5.
Entiendo que con un mágnum de 1.5 litros, de cuanto si no, tenemos suficiente para abastecer una reunión de más de 20 personas. A Jesús en las Bodas de Caná le hubiera bastado con un minimilagro en una botella Nabucodonosor.
A día de hoy todo gira alrededor de la campaña de puntos de la dirección general de tráfico. Los puntos son la causa de todo, incluidos los fenómenos paranormales.
Permitidme respirar ante tal dislate.
En algo hemos mejorado, ya no hay riojitis, ahora hay puntitis.
Hace unos meses en Pamplona no se tomaba vino por la situación laboral crítica que vivía la VW. Wolkswagen para los germánicos.
Después por la inestabilidad política, grave pero no para esa reacción. Yo, al menos, me estoy guardando las mejores botellas para ese caso hipotético. Ahogare mis penas antes de pasar a hechos mayores.
En cambio nadie dijo nada de un aumento incontrolado cuando Osasuna se clasificó para la previa de la Champions ni cuando jugó la temporada anterior la final de la Copa del Rey.
Ni se hizo un acopio extra para los cada vez más masificados sanfermines.
Me suena todo a disculpas y lloros, lo que un comercial llamaría objeciones falsas.
El problema, que no es foral, si no nacional, es el bolsillo de los que tenemos que comprar esas botellas que poco a poco pasan a engrosar el mal llamado excedente.
Todo ha subido a excepción de nuestros menguados sueldos. Las hipotecas aprietan y ahogan, la cesta de la compra es imposible de llenar. Los impuestos, las multas, la gasolina, hasta la bolsa sube, pero nuestro poder adquisitivo cae en barrena.
Hasta los menús subieron aprovechando la llegada del santo moreno.
Esa es la madre del cordero lo demás son patochadas, por que claro que se consume vino y mucho. De hecho casi el 20% más que el año pasado. Pero de vino bueno, de calidad, vino que muchos con buen criterio han decidido tomárselo en su casa.
Recordad la iniciativa riojana ya comentada en el blog.
Es mejor prevenir con medidas inteligentes que llorar aduciendo sandeces.

No hay comentarios: