martes, noviembre 22, 2005

Sobre la riojitis (o riberitis) mal entendida.





No son pocos los que han tomado la decisión de dejar de beber rioja (sobre todo cara a la galería). Son los mismos que han tomado la decisión equivocada de no pedir buenos riberas. Y lo mismos que solo beben el caldo de su tierra. Y todo esto ¿por qué?
Analicemos cuales son las circunstancias que hacen que alguien tome esta decisión.
a) Desconocimiento total y absoluto del mundo del vino.
Desconocen la existencia de otras zonas o denominaciones de origen, salvo la zona o denominación donde ellos pacen.
b) No buscar el vino de calidad, solo su procedencia.
Pretenden hacernos creer que no existen vinos mejores fuera de sus límites, “todo vino que se elabora fuera de aquí o es caro o es morralla”.
c) Cierta envidia hacía las zonas productoras más antiguas.
Olvidan que un vino de calidad se puede hacer en cualquier parte, solo hace falta interés y pensar menos en vender y más en satisfacer.
d) Cuando bebían rioja (o ribera), lo hacían por moda o costumbre.
Se pedían los vinos por sistema, no generaban el componente psicológico de beber por placer, bebían rioja y ya les parecía el sumum. Solo miraban su matricula, lo mismo que hacen ahora pero a la inversa.

Tenemos que quitarnos ese peso de encima, el que supone pedir un buen vino, venga de donde venga.
Si por muchas bodegas fuera, no querrían pertenecer a ninguna zona determinada, por lo negativo que esto supone a la hora de llegar a este tipo de gente con prejuicios.
En resumen tenemos que aprender a beber vino, y seleccionarlo de donde queramos, de Campo de Borja, de Somontano, de Yecla, de El Sequé, de Navarra, de Jumilla, de Toro,…, pero también de Rioja y Ribera del Duero.
El año pasado por estas fechas una campaña de publicidad en Cataluña rezaba lo siguiente:”Rioja, no gracias”. Ambas administraciones tuvieron que ponerse en contacto y cumplir un pacto de no agresión, para sobre todo no confundir al cliente, que al final del todo, junto con las bodegas, son los perjudicados.
Como en el resto del mundo deberíamos de hablar de vinos del país, España, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Chile, Argentina, Alemania, Francia, etc. De ese modo evitaríamos esas comparaciones odiosas entre distintas zonas y todos nos beneficiaríamos al no beber vinos con apellido, si no con alma y espíritu, con carácter propio.

2 comentarios:

Jorge Castilla dijo...

Tienes razon pecamos siempre de chovinismo. Aunque se utilice solo para terminos patrióticos,creemos que lo nuestro o lo que hacemos es lo mejor.
No hay como probar lo del vecino para saber como es lo nuestro.

Javi dijo...

Estoy contigo, se generaliza mucho con las zonas, y yo me atrevería a decir que no hay zonas, ni vinos buenos...hay quien dice que hay botellas buenas!

Mas viajar y conocer el mundo y menos prejuicios