miércoles, noviembre 23, 2005

Continente o contenido



Acabo de leer un artículo que me ha dejado preocupado pero a la vez ilusionado.

En Estados Unidos se empieza a valorar más la etiqueta que el vino. Hay tantas marcas y de tantas procedencias, que lo verdaderamente importante a la hora de la elección va a ser el impacto que cause en el cliente. Para los vinos, vamos a decir, baratos las etiquetas deben ser estrafalarias y curiosas, y los nombres chocantes y fáciles de recordar. En los caros prima lo minimalista, el diseño y diferenciarse de los demás.
Y todo esto para vencer a la competencia que hay en ese mercado, que aunque nos pille “lejos” es el mejor, donde asomarnos y ver como será nuestro futuro.
Volviendo al inicio, decía que me ha dejado preocupado, por que particularmente, considero que lo mejor de una botella es su contenido. Al exterior no le doy importancia, siempre y cuando lo de dentro merezca mucho la pena.
Pero a la vez estoy ilusionado por que todos estos movimientos del mercado afectaran positivamente a la venta del vino. Estoy seguro que el vino que se haga será de calidad pero a su vez, se prestará mucha atención al diseño de la marca y al nombre.
Con lo cual mataremos dos pájaros de un tiro. Primero quien quiera vender vino tendrá que presentarlo de forma atractiva, cuidará la imagen y potenciará el marketing. Y segundo, cuando haya conseguido atraernos lo que no podrá hacer es vendernos un mal vino, tendrá que seguir trabajando como hasta ahora, ganándose los clientes por el caldo que elabora, mejorando las bodegas, por tanto, en todos los aspectos.
Así que manos a la obra, señores bodegueros, empiecen a crear marca, en Estados Unidos no valen las denominaciones de origen, vale solamente el vino que elaboran y a partir de ahora, su apariencia exterior.
Y teniendo en cuenta el retraso de Europa con respecto a América, nos vendrá bien hacerlo cuanto antes, pues seguro que en poco tiempo en España también compraremos así.

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