sábado, diciembre 30, 2006

Reserva Vallobera 1999


Hoy, 31 de diciembre, en Laguardia, en la Fonda Pachico, temprano, sentado en uno de los bancos que guardan la entrada principal, ha estado un individuo que tiene mas ojos que días le quedan al año 2006.
No ha faltado a su cita, como cada año, al menos durante los últimos treinta y nueve.
Para celebrarlo he decidido descorchar un vinico de los de rompe y rasga. De raza, con estilo y con un precio, alrededor de 12,00€, irresistible para la mayoría de los españoles, aún sin corralito.
Tengo que darle algo de base al estómago que esta noche volveremos a excedernos y al cuerpo hay que darle alegría a menudo, por que si se la das con cuenta gotas, de repente, no la asimila y le sienta mal.
No había incluido ninguna cata sobre él y ya era hora.
Se trata de un Vallobera Reserva 1999.
A la vista presenta un color cereza con ribete granate y tonos tejas. Intensidad media alta y bonitas lágrimas.
Nariz elegante, aunque algo tímido, después de oxigenarlo y decantarlo por la presencia de algún objeto volante no identificado. Aromas procedentes de la larga crianza, dieciocho meses de roble. Bombones al licor, torrefactos, cacaos, fruta roja madura y un fondo mineral. Se percibe un claro equilibrio aromático.
En boca muestra un cuerpo medio, una acidez acorde a su edad y unos taninos redondeados que producen unas sensaciones muy agradables en el paso. Hay fruta, licor, chocolate y una madera fina bien entendida. Es largo y persistente.
Tiene una complejidad que otros muchos quisieran y una estructura que confirma su longevidad.
Un buen vino para terminar el año, Feliz 2007.

viernes, diciembre 29, 2006

Bar Jucar en la Plaza de Yamaguchi


Ni el sol, brillando con todas sus fuerzas, es capaz de calentar el ambiente. El escarchado césped y una fina capa de hielo sobre el lago acompañan mi paseo por el conocido parque de origen japonés en la ciudad de Pamplona.
Cuando las orejas alcanzan el color del apreciado rosado navarro decido hacer un alto en el camino y reponer fuerzas en el Bar Jucar, Plaza Yamaguchi 11.
Nada mas entrar la primera impresión, a la izquierda, es el colorido de la barra totalmente cargada de pinchos.
La oferta gastronómica es variada, raciones y cazuelicas hacen las delicias de los privilegiados que consiguen encontrar una mesa libre.
Es importante la cocina de temporada y se producen cambios a menudo, avisando con antelación al cliente de cual será el plato estrella de la próxima semana. Se trata habitualmente de cocina tradicional, de la que parece que nos vamos olvidando a consta de esa cocina en miniatura súper elaborada.
Capitulo especial merece la iniciativa del propietario de ofrecer una carta, escueta pero bien seleccionada, de los vinos que acompañan los alimentos. Se pueden encontrar de diferentes denominaciones, marcas y precios, pero sobre todo vinos que no estropeen lo que tanto se mima en la cocina.
Algo que debería ser ejemplo para otros bares de Pamplona que tiran todo el esfuerzo de la cocina por la borda cuando se empeñan en servir vinos que escogen solamente por su precio.
Durante los días de labor, a la hora de la comida, sirven un menú variado a un precio muy competitivo que llena de asiduos todas las plazas posibles.
Para calentar alma y estomago me inclino por una morcilla con cebolla glaseada y media ración de calamares, que particularmente me parecen excelentes y que muestran toda su naturaleza y frescura.
Para beber, un crianza de rioja alavesa, afrutado de madera bien ensamblada, con color verdadero, de acidez correcta y con el cuerpo y la estructura adecuada para hacer frente a lo pedido.
En resumen un lugar para recomendar y como diría Encantadisimo, se permite fumar, con las ventajas e inconvenientes que eso conlleva.

jueves, diciembre 28, 2006

Peter Jacob Khüm Riesling Trocken Quarzit 2004







Desde el nombre ya nos avisa de su carácter genuinamente mineral que nos deleitará en nariz y en boca.
La botella presenta una curiosidad a destacar, su tapón. No es corcho, sino chapa como la de las cervezas, por ejemplo.
Me informan que hace unos años la bodega sufrió en sus vinos más especiales el problema de los corchos y parece que escarmentó de tal forma que ya no los quieren ver ni en pintura.
Es un vino seco de la zona de Rheingau en Alemania.
A la vista es un vino limpio, brillante, amarillo con reflejos.
En nariz es aromático, fresco, floral, frutal y muy mineral.
En boca es agradable, su ataque sorprende por la frescura tan exquisita, acompañada por una textura untuosa inimaginable.
El paso es excelente, con una calculada acidez, floral y frutal. De largura generosa nos regala un amargor que nos recuerda al pomelo característico de los Albariños.
El precio de 16,95€ me parece correcto después del resultado.
Me ha convencido, me ha dejado tan satisfecho y feliz, que lo he comido con el cardo y hasta con la perdiz.

Rico,rico y con fundamento.


Quiero pensar que es una inocentada pero después de lo que ha pasado con “er Madrid”, que les dejaban volar hasta con agujeros en el fuselaje, o lo d´er Beti, que justo cuando empezaba a ganar rescinden el contrato al bueno de Irureta y a sus teletubbies, ya me espero cualquier cosa en este país donde las bromas tienen mas credibilidad que la realidad.
El departamento de enopatología aplicada de la universidad de Paramount Valley ha descubierto que la calidad organoléptica de los vinos aumenta, hasta extremos insospechados, si durante la fermentación se le añaden productos de casquería, sobre todo vísceras y sangre a los tintos o grasa y huesos en polvo a los blancos.
Después de analizar más de 10.000 muestras de vinos procedentes de las bodegas peor calificadas del mundo y con mas expedientes abiertos debido a su falta de higiene y sanidad alimentaria, se añadieron en proporciones, medidas en microgramos, todas las sustancias provenientes de los restos animales de mercados tan conocidos como Nueva Delhi y Dar es Salaam, concluyendo que el 95% de los líquidos resultantes podían ser confundidos por expertos catadores por un Romané Conti de 1959; o bien un Mouton Rotschild de 1945.
Francis Robinson, Pencil Parker o Michael Bettuné, entre otros, fueron sometidos a duras sesiones de cata, reconociendo al termino de cada una de ellas que jamás habían disfrutado y catado vinos de calidad tan excelente, casi Divina.
Feliz día de los inocentes.

martes, diciembre 26, 2006

Catas previas a Nochebuena.



Hay quienes nunca han probado nada fuera de lo común y agradecen, con cariño, cualquier mejora en sus paladares.
Donde habitualmente llegaba un vulgar cava, de los más comerciales, este año llegó un Gran Reserva Brut Nature de Agustí Torelló Mata 2002, recién degollado en noviembre.
Elaborado con macabeo, xarel.lo y parellada.
El color amarillo pajizo permitía ver con total nitidez las hileras de burbujas ascendiendo pausadamente hasta la superficie.
El aroma afrutado y fresco, cítricos y manzana. Intensidad media en nariz.
En boca es muy equilibrado y tiene largura, sobre todo reflejada en los aspectos frutales. Tiene cuerpo, cremosidad y un paso fácil.
Por 12,95€ se puede quedar como un señor.

Cambiando de tercio. De España a Francia, exactamente.
Agradezco a Luismi la cortesía al invitarnos, en su vinoteca, a disfrutar con dos champanes excelentes.
Hablo del blanco y del rosado de la marca Billecart -Salmón. Una de las bodegas con más prestigio cuando se habla de champagnes.
El Billecart-Salmón Brut Reserve me pareció un champán muy suave, gustoso y con un equilibrio excelente. Elaborado con pinot noir presenta un color amarillo pajizo, muy aromático en nariz y floral en boca. Paso agradable, elegante y persistente.
El Billecart-Salmón Brut Rosé, elaborado con pinot noir, chardonnay y pinot meunier, tiene ese toque característico y distintivo de su color rosa pálido. Muy aromático, apareciendo frutillos rojos. Fresco, alegre y chispeante. Para animar fiestas aburridas.
El preámbulo perfecto para engrasar la maquinaria de un gran vendedor de Pujanza Norte. Se agradece el esfuerzo.

lunes, diciembre 25, 2006

Décimo aniversario de algunos.


Sábado noche, una década de coincidencias y un restaurante. Resultado madrugada de brujas y de terror.
No hubo zombis ni mansiones abandonadas pero si un hechizo en forma de oferta gastronómica. Nos reunimos en la calle Padre Calatayud 16, en El Embrujo, local amplio y moderno que nos recibió con un lleno hasta la bandera. Esta circunstancia motivó que en ningún momento pudiésemos entablar en la mesa conversación animada alguna ante la imposibilidad de escucharnos incluso a nosotros mismos.
Reconozco que estas noches de reuniones masivas prenavideñas no son las mas adecuadas para valorar nada y es mejor adelantar o retrasar el disfrute para otros días, pero, cuando no hay mas, contigo Tomas.
La cena mereció la pena y el vino puso la guinda. Se realizaron números de magia en la mesa. Tanta que apareció una botella en vez de desaparecer. ¡Increíble!
Es para destacar el diseño de la bodega del restaurante, a la vista de los clientes, separada del comedor por un amplio cristal en forma de gran arco. Ahí reposan los espíritus vivos de los vinos que ofrece este restaurante pamplonés.
Para acabar la noche deambulamos por la ciudad en la búsqueda de un fantasmagórico local donde reponer líquidos viscosos y avistar luces espectrales.
Y a fe que lo logramos, estuvimos en catacumbas atestadas de almas masculinas, de gigantesco tamaño, que formaban un río en movimiento y cuya corriente te arrastraba constantemente hacia lugares prohibidos. Saboreamos la distancia corta y el roce de la amistad. No había mas espacio, solos mi botella y yo.

jueves, diciembre 21, 2006

Caballero andante.


En un lugar de Laguardia de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
De nombre Don Pu.Norte se hacía acompañar en sus aventuras por un fiel escudero llamado Sampu Janza.
Estaba enamorado hasta las cachas del buen vino, tanto que lo idealizo y le dio forma de mujer. Como todos los caballeros necesitaba de su princesa, la llamó Borgoña de la Romanée Conti.
En sus andanzas caballerescas confundió molinos de viento con chateaus, peleó sin descanso contra todo lo que le dificultaba la búsqueda del Gran Vino entre los vinos. Parecido al bálsamo de Fierabrás de una conocida novela española.
Una de sus hazañas mas conocidas fue la de enfrentarse, espada en mano, con unos pellejos que contenían el excedente de vino del país. Jaleado por sus incondicionales cada estocada certera hacia brotar ingentes cantidades de vino, hasta que llegó la espinosa dueña y evitó el desastre necesario.
Viajo mucho y conoció gentes y tierras que le aportaron sabiduría, afianzando su postura y su modus vivendi.
Pretendió crear una ínsula, como una subdenominación, para su sirviente y amigo pero tras manteos, palizas y desventuras prefirieron dejarlo todo como estaba. Poca recompensa después de tanta batalla.
Al final nuestro héroe, cansado, se retiro a su hogar de crianza para reposar y vivir sus últimos días rodeados de los suyos.
Despertó del encantamiento y, ya cuerdo, descubrió que el elixir que tanto anhelaba lo tenía en casa.
Luego descansó.
Ilustración de Dalí, metamorfosis de Don Quijote.

Ahora el vino no es saludable


Por más que intento hacer voto de silencio, morderme la lengua, atarme las manos y hasta desconectar el teclado del ordenador, no me dejan otra opción que seguir siendo crítico con la falta de coherencia y la inutilidad para tomar decisiones.
No voy a hablar de la espinosa ministra, quien parece que se haya tomado las vacaciones por adelantado y no produce noticias ni declaraciones ridículas.
Solo quiero advertir a quien corresponda que impida a melena Salgado, ministra producto no de los meritos sino de la paridad, parir más paridas.
Después de ser pillada in fraganti con un borrador de ley donde pretendía, o pretende, incluir al vino dentro de las bebidas alcohólicas peligrosas, hoy se despacha a gusto, y se queda tan ancha, no queriéndolo considerar como producto saludable.
Seguro que no ha entendido la pregunta o prefiero pensar que no conoce el significado de saludable.
Tal vez este en lo cierto, por que el vino no es algo a lo que se le pueda saludar. Bueno, ella no, yo sí. Por que, tomándome alguna que otra licencia, y recordando a Lord Byron, cuanto más conozco a algunas personas mas me gusta el vino. Y si tengo que hablar con él lo hago. Y si él me tiene que contar alguna cosa lo escucho, y con todos los sentidos bien abiertos.
Dándole la vuelta a la tortilla, con güevos claro, no con huevina, la que me parece no saludable, en cualquiera de sus acepciones, es ella.
Abur, Ben Hur.

martes, diciembre 19, 2006

Ponga un blog, o más, en su vida


Hace unos días descubrí la página de etb. No, no me refiero a la cadena televisiva autonómica vasca, que como todas las televisiones públicas son un pozo sin fondo pagado por todos los españoles y puestas a disposición del partido político de turno. Aunque haya turnos excesivamente largos.
Hablo de estintobasico, un blog simpático y curioso, como su nombre.
Gracias a este blog y a Encantadísimo, Sobrevino, Roco&Wines, Polakia, De Vinis Cibisqve, la Zuccheriera, PistoYnopisto, Directo al paladar, El buen vivir de Juan Luis Recio, Que lindo día, Anandaenredada, Mangiare la pasta, el club Akatá, el blog de verema, Gourmet de Provincias y a otros que poco a poco voy conociendo, voy ganando conocimientos y perdiendo horas, sobre todo de sueño.
Todos tienen un denominador común, el vino y la gastronomía.
En la mayoría se nota la frescura y la sinceridad de quien escribe lo que quiere sin ataduras ni compromisos.
Cada uno refleja la personalidad de su autor, sus gustos y sus preferencias, sirviendo de ayuda eficaz en muchos aspectos.
Por ejemplo, si alguien quiere viajar por Italia o conocer Roma de una forma diferente, por el estomago y el paladar, le recomendaría el De Vinis Civisqve.
Si te gusta la comida italiana y la quieres poner en practica, yo ya lo he hecho, puedes seguir a la Zuccheriera. Una amiga que todos quisiéramos tener viviendo cerca en una casa grande.
Hablando de vinos, platos, restaurantes y otras muchas cosas, el resto. Por falta de tiempo, visito mucho a Roco&wines, a Todovino y a Encantadísimo. También a otros, pero no tanto como quisiera. Últimamente me engancho a Estintobasico.
Antes de terminar el año y casi metidos de lleno en la Navidad me gustaría darles las gracias por contribuir a hacer mas fácil la vida.
Les deseo lo mejor y que sigan compartiendo sus vivencias e inquietudes.
Feliz Navidad a todos los que os conozco y a los que me quedan por conocer.

Salud con buen vino.


Observo desde la distancia, bien comido y bien dormido, el comportamiento del Ministerio de Fomento, y autoridades responsables, en el asunto de Air Madrid.
Veo que cientos de pasajeros están siendo tratados como bultos plastificados.
Alucino imaginándome que se siente volando a miles de pies y que, de repente, se pare alguno de los motores o los dos.
Me indigno comprobando que tener una determinada nacionalidad aumenta el número de posibilidades de volar hacia la Navidad y siendo de otras aumenta el riesgo de celebrar las fiestas navideñas tirado junto al mostrador de la mierdosa compañía.
Se habla de que por culpa de Cupido todas las quejas y todos los expedientes que denunciaban la nula seguridad de los vuelos cayeron en saco roto.
Si este juego con la vida de miles de personas cuenta con la anuencia de nuestros responsables políticos, ¿qué les va a importar la inclusión del vino entre las bebidas alcohólicas peligrosas, o las virutas, o el arranque de viñedo, o la salud de nuestro vino a nivel nacional o internacional?
A este paso y en una clara progresión hacía el status social de países de dudosa estabilidad he decidido beberme todo el vino que guardo para ocasiones especiales.
Por si las moscas. Que cada vez son mas gordas, alguna armada y con aviesas intenciones.
Celebraremos la Navidad sin el ánimo de molestar a otras culturas y con el deseo de que al menos por unos días todos seamos un poquito mejores.
”Tener mal vino” es el problema actual, sinónimo de mal humor y agresividad.
Debemos retornar al vino de la amistad, del disfrute, del placer y de la fraternidad.
Todos debemos poner de nuestra parte para que haya “buen vino” a pesar de todas las trabas que nos ponen diariamente para disfrutarlo.
Salud, cheers, a votre santé.

domingo, diciembre 17, 2006

Restaurante El Lechuguero, en Cascante





En mi visita a la Bodegas García Burgos en Murchante y aprovechando la cercanía de Cascante, ambos pueblos importantes de la Ribera Navarra, decidimos ir a comer al Restaurante El Lechuguero, calle El Romero 10.
Fuimos pronto, con reserva, por que trabajan mucho y bien, lo que hace que sea casi imposible acercarse a conocer la gastronomía tradicional que surge de sus fogones si no se ha previsto con antelación.
Observé varias veces como personas cariacontecidas eran amablemente aconsejadas a ir a otro restaurante del pueblo, con las indicaciones pertinentes y la pena de no poder atenderles.
El servicio es atento, agradable y cercano. Se sirve con alegría y presteza. No te aburres entre plato y plato, ni te los sacan a la velocidad de un restaurante chino, y todo ello a pesar de tener saturado el comedor y con el aviso de que si se puede, les gustaría dar otro turno de comida en tu mesa.
Me quede satisfecho por como nos atendieron y por como gestionaron nuestra reserva, pues seguro que en otro sitio nos hubieran hecho levantarnos con anterioridad viendo las personas que esperaban.
La Guarda de Navarra, solo por el detalle, recomienda este establecimiento ya que, con los tiempos que corren, sigue apostando por la gente honesta, sencilla, campechana y sincera.
Lo mejor de esta historia es que, además te dan bien de comer, y si te hace falta o lo deseas, hasta de dormir.
Adaptados a los excepcionales productos que nacen en esta fructífera huerta navarra, la cocina que ofrecen es natural, sabrosa y con detalles de modernidad, sin olvidar sus orígenes.
De toda su apetecible carta decidimos probar la menestra de verduras y las alcachofas con almejas. Acostumbrados a esos largos nombres de cartas mas sofisticadas aquí lo que tenía verdadera largura era el sabor y sorprendía la textura, resultante de un profundo conocimiento de la calidad de los ingredientes.
Para segundos rape con refrito de ajos y una reducción de vinagre de Modena, y un solomillo de ibérico con reducción de Oporto y mermelada de cebolla, en raciones generosas que nos sirvieron de abrigo para el frío cierzo.
Como postre una tarta de chocolate, por contentar al mocé, y una tarta de cuajada, muy fresca y convincente.
Regamos las viandas con una botella de García Burgos, Vendimia seleccionada 2004, que combinó armónicamente de principio a fin. Aromático, agradable y persistente.
Como broche la promesa de disfrutar mas a menudo de una zona como la Ribera Navarra, de sus productos, de sus paisajes y de sus gentes.

jueves, diciembre 14, 2006

Sedado y sin vino.


Soy incorregible, ni dormido dejo de hablar de vino.
Ya se sabe del efecto desinhibidor de la anestesia en las operaciones quirúrgicas y del uso de productos hipnóticos para revelar grandes secretos.
Pues a mí ni sedándome consiguen que deje de vender las excelencias del vino en general y del riojano alavés en particular.
Conociéndome como me conozco, soy capaz de hablar de vino bajo el agua, incluso bajo el vino, si me sumergen dentro de una cuba. En este supuesto por que me lo bebo, claro.
Lo cuento como curiosidad y dando fe de ello, por si se me olvida en el futuro y no se lo puedo contar a mis futuros nietos o sobrinos nietos.
Esta mañana, durante unas pruebas de chequeo en una clínica que requerían de anestesia y mientras me hacían alguna que otra perrería por la espalda con alevosía, premeditación y ensañamiento, he entablado una conversación amistosa con el equipo medico y el anestesista.
Ha sido tan fluida y convincente que si llego a tener una caja de seis en la camilla salimos todos bailando la Conga de Jalisco y cantando Asunción, Asunción.
Y ahora a descansar y a culturizarme, por que como Groucho, encuentro la tele muy instructiva. Tanto que cada vez que alguien la enciende me voy a leer un buen libro.

Cosas de la mElena


Érase una vez una ministra de sanidad pegada a una lacada cabellera rubia. El país donde habitaba y ministraba era tan perfecto que en vez de dedicarse, por ejemplo, a reducir las listas de espera en la seguridad social emprendió cruzadas tan importantes como perseguir a los fumadores por no cumplir el protocolo de Kioto o intentar prohibir las hamburguesas triples con extra de queso y grasa. Lo ultimo que se le ha pasado por la cabeza es incluir al vino dentro de las sustancias alcohólicas peligrosas.
Comprendo que un borracho con tres copas de vino sea detenido, juzgado y encarcelado. Comprendo que para dar ejemplo cumpla íntegramente sus penas. Comprendo que sea despreciado por la sociedad y desposeído de su carné de conducir para que no vuelva a delinquir. Comprendo que esté de moda reprimir este tipo de delitos y ser más flexible con otros por no sé que oscuras razones.
Pero me niego a asumir que por mi condición de distribuidor sea considerado un vinotraficante. He dicho.

miércoles, diciembre 13, 2006

A dreamer in Pamplona


Dos restaurantes navarros ya conocen Bodegas y Viñedos Pujanza y Bodegas San Pedro-Vallobera.
Uno de los días del larguísimo puente foral, que dicen los navarros, y que a veces es tan largo como el Golden Gate Bridge, visitaron Laguardia Ignacio y Gustavo, del restaurante Alhambra y del Europa, respectivamente.
No conozco mejor forma para identificar y situar correctamente una bodega. Por muchas fichas que se lean, por muchas revistas, libros o guías que se compren, los vinos como verdaderamente se conocen es cuando se prueban donde nacen. Catar el vino en las propias bodegas, acercarse a ver alguna viña y visitar las instalaciones son actividades sanas e instructivas.
Para quien diariamente tiene que aconsejar a clientes sobre vinos, por realizar actividades de sumiller o quien vende con criterio desde una vinoteca, es imposible desplazarse a todos y cada uno de los lugares de origen de los vinos, pero si cada vez que puede, de alguna forma, toma contacto con la zona, con alguna bodega, con las variedades o disfruta del vino de forma natural, sin connotaciones laborales y de obligación, podrá informar y asesorar con más garantías de éxito.
A eso vinieron Ignacio y Gustavo, y estoy seguro que ahora hablar de Pujanza y Vallobera es algo mas que una disertación automática y memorizada.
En Bodegas y Viñedos Pujanza les mostraron las instalaciones, les explicaron sobre el terreno las ultimas técnicas en viticultura aplicadas y experimentales, pero sobre todo probaron una serie de vinos que no olvidarán.
Vinos directamente de los depósitos, de la añada 2006, vinos que con la ayuda de una pipeta salían directamente de su placentera crianza pertenecientes al Pujanza y al Pujanza Norte 2005, y vinos ya embotellados con prestigio reconocido, como el Norte 2003 y el 2004.
Luego nos desplazamos el kilómetro y medio escaso que nos separa de Bodegas San Pedro. Con menos tiempo, pero con la misma ilusión, observamos los cambios que se están produciendo en las instalaciones y que van orientadas a una mejor adaptación a los tiempos que corren. Comodidad en la elaboración, mimo en las crianzas y la atracción de los clientes a las bodegas como puntos de referencia en la venta de vino.
Aquí se cataron el Vallobera 2004, deseando estoy que salga al mercado, y el Caudalia 2005.
Luego a ritmo de Dreamer, canción de Supertramp, me fui a tomar unos vinos por Laguardia orgulloso de que dos bodegas de rioja alavesa se presenten en dos restaurantes de renombre en Pamplona con el respeto que merecen, sin aditivos ni conservantes no autorizados.

martes, diciembre 12, 2006

Entreviñas y Olivos en Laguardia






















¿Elegante o diferente? Entreviñas y Olivos, en Laguardia, calle Cuatro Cantones 12, para disfrutar del vino en un marco que conseguirá hacerte viajar en el tiempo.
Nada más agradable que el confort y el crepitar de un leño ardiendo. Una música de fondo, tipo lounge, que no molesta ni a las conversaciones ni al reposar del viajero. La historia de unas piedras labradas y erosionadas para y por el vino. La compañía de un trujal que sufrió una metamorfosis obligada y que ahora es mesa elevada por ocho marranos. Un servicio esplendido, atento y simpático. ¿Que más se puede pedir cuando lo que se busca es tomar una copa de vino en un ambiente tranquilo? Efectivamente, hay que exigir buen vino. Y eso es lo que tampoco falta. Vinos de la Rioja Alavesa, vinos de bodegas punteras que no es habitual encontrar en la barra de otros bares.
Una carta, amablemente entregada, te informará de las posibilidades a degustar. Se les puede acompañar con algún plato de queso y embutido ibérico, aunque con el precio de la copa ya incluyen alguna original y sabrosa tapa.
Si se va en grupo es aconsejable pedir una botella, descorchada con mimo y servida a una temperatura correcta. Si se quiere pasar el doble de bien, se abriran dos.
La Guarda de Navarra quiere compartir en el blog este espacio tan gratificante para el espíritu, donde a veces el silencio es cómplice de tus pensamientos y donde el vino fluye de manera contenida procurando alegría y bienestar.
Como diría el poeta chino Li Tai-po, “El mundo esta lleno de pequeñas alegrías, el arte consiste en saber distinguirlas”.

domingo, diciembre 10, 2006

Gewurztraminer Cuvee Comtes D´Eguisheim León Beyer 2000, Alsacia




Acompañando los prolegómenos de una suculenta cena finalizada con un Pujanza Norte 2003 y un par de chuletones, tuve la oportunidad de catar un vino que La Guarda de Navarra quiere compartir.
Se trata de un blanco de la Alsacia, Francia, de la zona del Haut-Rhin, producido por León Beyer y de la gustosa variedad gewurztraminer:
GEWURZTRAMINER CUVEE COMTES D'EGUISHEIM LEON BEYER ALSACE 2000
Clasificado como Grand Cru Pfersigberg y elaborado únicamente en las mejores añadas de 1990,1997,1998 y 2000.
Me dicen que es uno de los mejores gewurztraminer que se produce en la Alsacia y por ende en el mundo. Como carezco de referencias para rebatir tal información me lo tomo tan contento e intento disfrutarlo como si fuera el último vino que beba.
Es muy aromático destacando la fruta madura, como la ciruela y el melocotón o mejor dicho orejón. Es floral y muy especiado, característico de la variedad. Recuerda en algún matiz al vino de moscatel de grano menudo que bebemos por estas tierras navarras.
En boca es untuoso y aterciopelado de paso agradable y de gran persistencia. A la vez es muy fresco pudiendo encontrar aromas tropicales.
Tanto en nariz como en boca es muy complejo, equilibrado y armonioso.
Me informan de que estos vinos en el tiempo van perdiendo acidez y ganando untuosidad y complejidad. Suelen ser muy longevos entre 15 y 20 años, por lo tanto no hemos exprimido todo su potencial, pero ya conseguiremos otra botellita para el experimento temporal y que nos quiten lo bailaó.
Son vinos que valen tanto para un roto como para un descosido pues se pueden tomar como aperitivos, con los entrantes, con los segundos y con los postres. ¡Toma ya! Son unos todoterrenos y es aconsejable tomarlos fresquitos no helados, en torno a los 8-10 grados.
Vino para disfrutar en pareja, pues la botella de 750ml para un trío se queda corta, y muy recomendable si se quieren conocer los vinos de la Alsacia.

sábado, diciembre 09, 2006

Bodegas García Burgos, la esencia en frasco pequeño




En Murchante, con el Moncayo ejerciendo de vigía y controlador perpetuo de la maduración, nacen los vinos de la Bodega García Burgos. Vinos que ven la luz de una forma natural, consecuencia directa de la tierra, el clima y la uva, y donde Javier García, afirmándolo con rotundidad, no aporta nada, solo equilibra lo que la naturaleza le proporciona. Precisa, de esta forma, que sus vinos son de terroir y no de autor.
No más de cincuenta hectáreas de viñedo que nutren las pequeñas, pero funcionales, instalaciones de la bodega con uvas procedentes de las variedades merlot, syrah, cabernet sauvignon y tempranillo.
Diferentes variedades con un único fin, la búsqueda continua de la perfección.
Juega, y hace virguerías, con la maduración de la uva, su potencial, y con un exhaustivo control de la producción durante todo el desarrollo de la planta, basado en podas en verde, desnietando y espergurando con criterio, vendimiando en verde y con una recogida selectiva de los racimos.
En resumen, se trata de una bodega familiar muy arraigada a la zona, se habla del año mil setecientos, que practica una viticultura moderna y cuyos vinos, por su exclusividad, están dirigidos a un determinado y concreto nicho de mercado. No están pensados para todo el mundo tanto por su corta producción como, sobre todo, por su gran personalidad.
Javier nos ha presentado, durante nuestra visita, tres vinos que considero representativos de la filosofía de la casa.
Dos monovarietales de cabernet sauvignon de las añadas 2004 y 2005, que se comercializan con la marca Finca La Cantera de Santa Ana, y un monovarietal de merlot, del 2004, que todavía no se comercializa, pero que por el bien del mundo del vino y su hedonismo espero que se haga cuanto antes.
Los Finca La Cantera presentan un color picota con matices de juventud, algo mas tejas en el 2004, lógicamente. Brillantes y de capa media alta.
La nariz es atractiva después de vencer una cierta timidez inicial. Destaco, por lo beligerante que soy con el cabernet mal elaborado, que es uno de los monovarietales de la variedad francesa mas completo y equilibrado que he probado. ¿Dónde estaba el pimiento?, Pues donde debe estar, en cualquier lata de las vecinas conserveras de la zona. Se nota el sabio control de la maduración y la nula presencia vegetal y herbácea que pueda enmascarar el resto de matices interesantes, como la fruta madura, especias, regaliz, torrefactos (pueden provenir de las pepitas) y la finura de la madera, perfectamente ensamblada a pesar del uso de barrica francesa joven y de las largas crianzas.
En boca son armoniosos, curiosamente me parece más redondo el 2005, aunque puede ser por factores externos. Paso amable y una largura considerable. Tienen cuerpo, te llenan la boca y a pesar de su acidez y su contenido alcohólico, son extraordinariamente equilibrados.
Vinos para compartir y si se puede para guardar.
El monovarietal de merlot 2004, digamos que es una apuesta de su elaborador. Un vino excepcional, se mire por donde se mire, y es hijo único, de momento, ya que la cosecha de 2005 no dio el fruto que se esperaba.
A la vista es brillante, muy bonito, cautivador. Picota como sus primos pero con mas capa, más intenso. De lagrima muy densa.
En nariz rezuma elegancia y complejidad. Es un vino de trago largo, para conversar con tranquilidad y sin prisa.
Aromático, afrutado, floral, especiado y con una madera perfectamente conjuntada.
En boca es carnoso, sedoso, untuoso, de paso fácil y con un recorrido largo, larguísimo. Con una elevada acidez que le aporta el armazón necesario para una larga vida.
Un vino para guardar, para disfrutar y para localizar en cuanto salga a la venta.
Gracias Javier.

viernes, diciembre 08, 2006

Andrés Proensa y sus vinos




Hoy estoy particularmente contento. Después de unos días de desconexión total, llego con muy buenas noticias.
El bueno de Andrés Proensa, uno de los últimos críticos independientes del país, ha lanzado al mercado la Guía Proensa 2007.
Destaco lo de independiente tras leerme y analizar los resultados publicados y constatando que ha dejado sin puntuar, o ha otorgado bajas puntuaciones, a bodegas que otros suben a los altares y eso que en su guía aparecen, por consiguiente pagan, en los espacios destinados a la publicidad.
Como dice un amigo mío, si Proensa sigue en esta línea seguro que muere pobre, pero honesto. Y no le falta razón.
Sé de gente que confía únicamente en sus comentarios antes de la adquisición de un vino y utiliza las opiniones de los otros para, casi siempre, tomarlas en sentido contrario.
Dime donde apareces, te diré lo que gastas en publicidad y lo que no inviertes en calidad. Y es que, también en el vino, no solo hay que parecer bueno, sino también serlo, por que al final se nota. Y traspasa.
Bien a lo que iba, estas son las notas, en lo que a mí me afecta, aún calentitas:

Vallobera crianza 2004. 92 puntos.
Pago Malarina semicrianza 2004. 89 puntos.
Caudalia blanco 2005. 85 puntos.
Pujanza 2004. 94 puntos.

Y dejo para el final el bombazo, con comparativa de precio incluida, y que me produce especial satisfacción, doble satisfacción. Primera como amante del vino por que confirma que no es necesario gastar mucho dinero para beber un gran vino y segunda por tenerlo dentro de los vinos que estoy empeñado en compartir y distribuir por Navarra.

Aurus´04. 100 puntos. 150€
L´Ermita´04. 100 puntos. 450€
Pujanza Norte´04. 100 puntos. 36€ (si, estáis leyendo bien)
Vega-Sicilia”Único”´96. 100 puntos. 110€
Viña el Pisón´04. 100 puntos. 155€

Que cada cual saque sus conclusiones. Yo lo tengo muy claro. Tan claro, tan claro, que apuesto por este tinto oscuro: Pujanza Norte.

sábado, diciembre 02, 2006

Vino del cuerpo


Desde que vi la fotografía “Vinos con cuerpo” (3º premio en el Primer Concurso Fotográfico Fiesta de la Vendimia de Rioja Alavesa) en la revista Berberana pensé como Chiquito, ¿comoor?
¿Qué hace una copa como tú en un sito como ese?
Si todos nos afanamos en sujetarte, con tacto, de la base o del tallo para no calentar el preciado vino que reposa en tu interior, ¿quién ha osado meterte ahí?
Hay lugares donde no se puede entrar, mejor dicho, donde tu no deberías entrar.
Quizás el vino estaba muy frío o el día muy cálido. Tal vez tu dueña era hacendosa de manos ocupadas. Pero creo que nada disculpa haber terminado de esa guisa.
Cristal noble, transparente, tallado de Rioja Alavesa. Recipiente necesario para el disfrute del vino, con todos sus sentidos. Desde hoy reconozco que tu capacidad desborda pasiones y que tu meta es infinita.
Viéndote erguida y paciente, esperando los sorbos reparadores comprendo la envidia que despiertas a todos los seres, animados e inertes.
Nunca presencie, a la vista, vino joven tan brillante. El resto de la cata se obvia pues no se deben meter las narices donde a uno no le llaman, y menos degustar a temperaturas inadecuadas. Aunque lo imagino afrutado, redondo, dulce y nada astringente, no necesitaba mas botella.
Termino como dijo Henry F. Amiel: “Mira dos veces para ver lo justo. No mires mas que una vez para ver lo bello”

Cuatro cenas para cuatro


Nos pudimos quedar en la Primera, pero Jorge sacó su Visa electrón y piribiribiribi, nos convenció de que solo mirar, mientras otros bailan, no era una buena idea para una noche de sábado.
En la 2, la tentación de plante sobrevoló a Luis. Pero Perdigón es mucho Perdigón y donde esté una batida de jabalí y chupar frío en el puesto que se quiten todos los programas de Jara y Sedal.
A la 3, sin antena, nos citó Nicolás. Casi en la Semana de Pasión, y por ella transitamos incapaces de ver un Peliculón entre tanto anuncio. ¿O es al revés?. Bueno, un buen Armagnac y que se pare el mundo que nos bajamos.
En la Cuatro, con mas clientes en el restaurante que la audiencia de esa cadena, y con el Doctor House apoderado de mi personalidad, dimos por finalizado el primer ciclo de Cenas de los Cuatro.
Mucho vino, y bueno, por los bares de Laguardia mientras la niebla empezaba a cubrir el barranco de San Gines.
La llegada al restaurante Amelibia, en Barbacana 14, pausada, en algunos momentos casi piafando, mientras comentábamos las muchas novedades desde la última reunión.
Oh, Dios Mío, nuestra mesa habitual usurpada, sin permiso, por forasteros sin escrúpulos. Esperemos que nada mas del ritual haya cambiado.
-¿Tomareis lo de siempre?
Por supuesto. Dos botellas de Pujanza 2003 esperaban silentes nuestra llegada. En cocina las croquetas con jamón, un plato de jamón ibérico y cuatro pencas de acelga rellenas venían con el sello inequívoco del chef.
Las manitas de cerdo, singulares y muy recomendables, el ciervo asado en su punto y la presa ibérica, hicieron que trasegásemos la cantidad permitida de vino.
Como postre, también lo de siempre. Queso con membrillo y nueces, para acabar con el extra de Pujanza.
Ambiente acogedor, momentos de amistad y el sonido aún lejano pero audible de alguna campana nupcial.

viernes, diciembre 01, 2006

Venerable Artadi


El pasado domingo nos reunimos en familia celebrando el setenta cumpleaños de nuestro padre.
Además de las suculentas viandas que, a diario, acostumbra a servir la madre de las madres, acompañamos el festín gastronómico con unas botellas dignas de mención.
Para empezar un Grandes Añadas del 2000, que yo recordaba mas aromático y potente, pero que nos conmovió por su elegancia y facilidad de paso. Color brillante y atractivo en un vino con el sello de Artadi. Impresionante.
De postre un PX de bandera. Venerable Pedro Ximénez de 30 años, de las Bodegas Pedro Domecq. Color caoba con ribete yodado. Aroma en nariz y en boca, de pasas e higos secos, con tostados y un amargor característico de la almendra. Muy elegante y de paso aterciopelado. Increíble.
Dos ejemplos de vinos de calidad que dejan el pabellón español a nivel muy alto. La Guarda de Navarra los recomienda sin ninguna duda y si estas navidades, o en cualquier otra situación, se tiene la oportunidad se debe aprovechar.
Garantía y discreción absoluta.