miércoles, marzo 08, 2006

Cestas funebres para el vino


Siempre con la misma canción. “Cada día se vende menos vino”. En términos cuantitativos puedo estar de acuerdo con esa afirmación, pero en el fondo hay algo que no acaba de convencerme.
Me dicen que hay bodegas que no venden ni una caja de vino en todo el año, y es en Navidad cuando, prácticamente, se liberan de toda la producción.
Que triste debe ser para un bodeguero, un autentico bodeguero, que su vino sea catalogado exclusivamente como regalo.
Si yo fuera uno de ellos me plantearía la posibilidad de dedicarme a la venta de souvenirs, toros con banderillas rojas y gualdas, y bailarinas flamencas, total ya tengo la logística y los clientes.
¿Qué clase de vino se esta haciendo? ¿Cual es el sentido y el fin de su elaboración? ¿Si la gente no lo quiere para beber, para que se hace? ¿Que merito tiene ser la bodega que vende su cosecha cada año mientras las botellas mueren en trasteros, hogares con exceso de calefacción o en las cestas donde fueron regalados?
Hacer un vino, para mí, significa algo más que cubrir los costos. Si así fuera, mucha gente, económicamente y empresarialmente, preparada se podría dedicar a ello. Pero no lo hacen, prefieren inversiones más rentables. Lógico.
A los amantes del vino nos gustaría que todas esas bodegas, pseudo bodegas, desaparecieran del panorama nacional. Que dejaran paso a quienes, en cuerpo y alma, sufren con cada racimo y con el futuro de cada botella.
Que no nos torpedeen con sus anuncios publicitarios de vinos sin esencia, disfrazados de calidad y adulterados en su alma.
Tal vez, incluso, se podrían regularizar los precios. Podríamos demandar unos determinados estándares de calidad. Cada bodega podría hacer el vino sin objetivos comerciales. Su principal cometido sería que sus consumidores disfrutaran con cada sorbo.
Ya hay bodegas que trabajan en esta dirección, y se les nota. Que curioso, también suelen vender sus cosechas. Pero sus clientes son fieles durante todo el año, y todos los años son reconocidas por su gran trabajo.
Por tanto si se consume menos vino será por algo, por que el buen vino no tiene problemas y es el que rompe las estadísticas.

2 comentarios:

Javi dijo...

Me ha gustado el post. Me ha gustado. :) Es una pena el destino final que tienen muchos vinos. Y es que encima, en navidades, no se suele regalar buen vino

La Guarda de Navarra dijo...

Y aunque se regale buen vino se hace a personas que no lo saben apreciar. Consecuencia el vino muere abandonado. "El nunca lo haría"