viernes, marzo 31, 2006

Salvemos el vino español


Voy a pensar en voz alta. Tal vez de esta forma, al compartirlo en el blog, se produzca una reacción en cascada, incluso, una tormenta de ideas. Brainstorming que dicen los anglosajones.
Entre todos, miles de personas que visitan esta página diariamente, podemos encontrar la solución para salvar nuestro vino.
Chilenos, norteamericanos, argentinos, australianos, italianos y neocelandeses pisan cada vez mas fuerte, haciendo vinos fáciles de beber y con precios muy competitivos. Sus exportaciones crecen día a día, pero sobre todo sus consumidores. Aumentan en todos los países del mundo. El origen de tan espectacular desarrollo, un marketing directo, agresivo y muy bien dirigido.
Ahí creo yo que está la madre del cordero.
Los bodegueros deberían estar cansados de ferias, donde no generan negocio, sufren unos gastos sin retorno y, encima a algunos, les mina la moral y la salud. Aburridos de aparecer en revistas, donde los lectores son ellos mismos y la competencia. Hartos de guías especializadas, donde les supone dinero figurar en ellas para tener cierta relevancia. ¿Y para que? Para nada. Por que, afortunadamente, o desgraciadamente, no somos como los americanos o ingleses que basan su compra en los consejos de gurus como Robert Parker o Jancis Robinson.
Desde mi punto de vista, lo primero que necesita el sector vitivinícola español es un apoyo institucional para fomentar, a nivel educativo, la cultura del vino. Dirigido a los futuros consumidores, inculcando, desde jóvenes, el amor al vino, a la tierra, a su cata, a sus zonas de producción o técnicas de elaboración. No hablo de subvenciones, hablo de asignaturas, viajes o visitas a bodegas y zonas productoras, enoturismo y proyección de rutas del vino, entre otras cosas.
Creo que sería una asignatura más didáctica y útil que la de educación para la ciudadanía.
El segundo punto, a tener en cuenta, podría ser dirigir la venta y el consumo de vino a los jóvenes, separando al vino, del resto de bebidas alcohólicas y acercándolo a la vida y costumbres de la juventud. Sin caer en botellones y envases de tetrabrik. Aprovechando la imagen de jóvenes españoles como Fernando Alonso y Rafael Nadal. Grupos musicales de moda que proyecten salud y frescura. Y en general, relacionando al vino con jóvenes que tienen algo que ofrecer. Deportistas, escritores, cantantes, actores, futbolistas (vaya gremio mas desaprovechado por los bodegueros), entre otros. Destruyendo la imagen que tiene el vino como producto elitista. El vino es y debe ser para todos. Cada uno de nosotros tiene su vino, pero tenemos que buscarlo.
Y lo tercero que se me ocurre, es animar al consumo del vino en el hogar. En la hostelería ya se consume. Aunque también podría mejorarse con profesionales mejor preparados, mejor servicio, precios menos sangrantes. Pero esto necesita otro capitulo.
Los europeos y americanos beben mucho más vino, que los españoles, en casa. Cabe pensar que lo que no consumen en casa lo hacen fuera, pero no. Los precios, o tal vez, un incipiente comercio especializado, o un exceso de marcas en el mercado, un desconocimiento del vino que producimos, nos hacen comprar solo el vino en ocasiones especiales. Esto va cambiando pero muy lentamente. Volvemos al principio. Nos falta la cultura, el conocimiento esencial, para disfrutar en casa, de vinos que, por muchas razones, no tomamos fuera, vinos que bebidos a diario en cantidades moderadas mejorarán nuestra salud. Otra razón, esta, para luchar y salvar nuestro vino, el vino español.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bufff! Hoy sí que disiento casi por completo. De acuerdo que en torno al vino existe toda una cultura digna de conocer, pero ¿no lo existe acaso en torno a la cerveza? ¿y que me decís de los espirituosos? ¿y los productos ibéricos, ya hablando en otros términos? ¿Deberían ser todos ellos objeto de asignatura en los colegios? En mi opinión, la "madre del cordero" no está en la "imposición" de la cultura del vino por parte del Estado, sino en que las bodegas empiecen a arriesgar con departamentos de marketing más agresivos. ¿No os habéis preguntado nunca por qué sólo contadas empresas bodegueras tienen implementado un verdadero departamento de marketing en su organigrama? Si lo extrapolamos al resto de empresas de otras áreas, las cifras pueden ser dramáticas. Ya es hora de que los empresarios bodegueros tomen al toro por los cuernos y comiencen a invertir en este aspecto. No nos engañemos; ningún producto, por muy bueno que sea, se vende sólo. Menos aún cuando llegan otros pisándonos los talones.

La Guarda de Navarra dijo...

Correcto, los bodegueros deben intensificar sus campañas de marketing, lo digo claramente en el texto; es lo principal,pero a su vez el estado ( el de las autonomias) podría aportar su granito de arena en la educacion de los consumidores. Tienes razón, otros sectores, jamón, queso, cerveza, carne, fruta, verdura, ...deberían tener una atención parecida. Todos saldriamos beneficiados consumidores por conocer la gastronomia nacional y productores por educar en el consumo a quienes son potenciales clientes de sus productos.