Hace unos días en el bar-vinoteca DEVINOS, en la Rochapea-Pamplona, en el Paseo de Anelier 11 bajo, donde Félix cuida el vino con excelente criterio, tuve la oportunidad de probar un gewürztraminer nacional.
Lo elabora la Bodega Pirineos en la D.O. Somontano, España, entre los pueblos de Alquezar y Barbastro.
Es un blanco joven, sin crianza y marca 13% de volumen de alcohol, aunque no me lo demuestra.
Pirineos Gewürztraminer 2006.
A la vista aparece como un amarillo alimonado donde el paso del tiempo empieza a virar a un tono dorado pálido. Es brillante y limpio. Atractivo.
En nariz es aromático, de intensidad media. Muy peculiar y sugerente lo que le hace ganar adeptos con facilidad, sobre todo entre el público femenino.
Notas florales, hierbas en infusión, matices cítricos y un bonito fondo especiado. Los recuerdos amoscatelados multiplican las sensaciones positivas.
La boca es lo que no me emociona. La frescura extraordinaria de la nariz la mantiene pero se queda cortito de recorrido y de amplitud. Cuerpo medio bajo. Cierto matiz amargoso que estira el recuerdo pero sin pena ni gloria.
Considero la experiencia instructiva e interesante.
La Guarda de Navarra anima a acercarse al Somontano y a probar sus vinos. Si encontráis este gewürztraminer, o algún otro, echarle el lazo pues merece la pena disfrutar con su compañía y su conversación.
Puede ser un amigo divertido. No para todos los días, pero si para pasar buenos ratos.
¡Que no se diga que no os lo advertí!
Lo elabora la Bodega Pirineos en la D.O. Somontano, España, entre los pueblos de Alquezar y Barbastro.
Es un blanco joven, sin crianza y marca 13% de volumen de alcohol, aunque no me lo demuestra.
Pirineos Gewürztraminer 2006.
A la vista aparece como un amarillo alimonado donde el paso del tiempo empieza a virar a un tono dorado pálido. Es brillante y limpio. Atractivo.
En nariz es aromático, de intensidad media. Muy peculiar y sugerente lo que le hace ganar adeptos con facilidad, sobre todo entre el público femenino.
Notas florales, hierbas en infusión, matices cítricos y un bonito fondo especiado. Los recuerdos amoscatelados multiplican las sensaciones positivas.
La boca es lo que no me emociona. La frescura extraordinaria de la nariz la mantiene pero se queda cortito de recorrido y de amplitud. Cuerpo medio bajo. Cierto matiz amargoso que estira el recuerdo pero sin pena ni gloria.
Considero la experiencia instructiva e interesante.
La Guarda de Navarra anima a acercarse al Somontano y a probar sus vinos. Si encontráis este gewürztraminer, o algún otro, echarle el lazo pues merece la pena disfrutar con su compañía y su conversación.
Puede ser un amigo divertido. No para todos los días, pero si para pasar buenos ratos.
¡Que no se diga que no os lo advertí!
2 comentarios:
Lo probé este año y coincido en tus apreciaciones: lo que gana en nariz lo pierde -vamos a decir decepciona- en boca.
Uno de los gewürz que más me han gustado -y eso que hace tiempo que no lo pruebo- es el de Luna Beberide de la DO Bierzo.
Yo tengo uno pendiente de probar, el Laus, Flor de gewurztraminer, también de somontano.
Ya veremos.
Un saludo.
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