domingo, diciembre 04, 2005

Poteo versus sablazo



¿Por qué en Pamplona durante el poteo no se consume vino joven?. ¿Que tenemos que hacer para que los bares vuelvan a ser locales de chiquiteo y no de vino y pintxo?.
Esto se hunde, señores.
Como dice un notario al que conozco, cuando sobrevuela la capital del reyno: “Miro Pamplona y solo veo una gran hipoteca” (razón no le falta).
Cada vez nos cuesta llegar mas a fin de mes, entre unos gastos y otros, estamos a punto de ahogarnos.
Pero ahí seguimos, inmutables, saliendo a los bares y pagando los vinos desde 1.20€ hasta 2.00€. Pero claro, son vinos mínimo crianza de una calidad excepcional. Que nos van a decir.
Encima los acompañamos de unos pintxos de diseño, (como añoro la calle Laurel de Logroño, o las tapas gratis de algunas provincias de nuestro país), y como participa la NASA en su proyecto, nos clavan desde 1.50€ hasta lo que quieran, si le dan tamaño de cazuelica.
Total la cuenta, básica, sin lujos, la que resultaría de un pintxico de chistorra con un crianza navarro, tipo Campanas, o un rioja, como El Coto, nos vendría a salir por termino medio 2.80€-3.00€ (450-500 ptas.).
¿Qué os parece?. ¿Salgo solo de casa, invito a mi mujer, o llamo a una par de amigos y para quedar en paz, tomamos tres rondas?.
El pasado sábado paseaba por San Gregorio y San Nicolás, Desde el Anaitasuna hasta El Burgalés. Solo en un bar conté mas de tres personas, en varios solo una y en uno ninguna. Eran las nueve menos cuarto de la noche, hora de tomar unos vinos donde se tercie, igual en el norte que en el sur, en el este o en el oeste.
Imaginemos, solo imaginemos, la misma situación, pero en unos bares donde el vino de servicio fuera un vino joven, un maceración carbónica, un rioja alavesa, por ejemplo de Laguardia, precio del vaso (atención a la cantidad, por que hay copas de crianza que no te las tomas enteras aunque quieras), como decía, precio del vaso 1.00€-1.20€, para que no proteste alguno.
Por ese precio tendrán mas clientes, se venderán mas botellas, se obtendrá mayor beneficio. Y sobre todo se estará fomentando el alterne, de un bar a otro, y a otro, y a otro. Se volverán a formar aquellas cuadrillas de antaño, de rutas aprendidas, que se jugaban el pago a los chinos, a los dados, a la ruleta,...
No tendremos que salir después de cenar, sino antes, no serían necesarios los botellones y sus vinos de tetrabrik. Habría mas gente por las calles, se favorecería la amistad, el bullicio. Incluso la salud, siempre y cuando los vinos no fueran esos de granel sin matricula, ni DNI.
Y si aún así, algún día te toca salir con la parentela, siempre quedará algún bar donde tomar, tranquilamente, un crianza y un pintxo.

No hay comentarios: