Distribuye en Navarra los vinos de Gallico, Pujanza, La Rodetta, Medrano Irazu, Bodegas Menade, Mustiguillo-Mestizaje, Costers del Priorat, Ferratus, Do Ferreiro, Rafael Palacios-As Sortes, Cillar de Silos, Emilio Hidalgo, Cuvee3000 (Champagne Billecart) y otros vinos que le gustan. correo:jrlaguardia@ono.com
martes, enero 31, 2006
Vino barato
Comentaba el pasado fin de semana con un restaurador de Pamplona, que en su cocina el único aceite que se utiliza es el de oliva virgen extra. Le felicité por la elección, por cocinar con productos de primera calidad y por preocuparse de la satisfacción y salud de sus clientes. Debería ser ejemplo para otros.
Otro conocido restaurador pamplonés me decía tener especial preocupación por la carne. Busca el mejor proveedor, lo selecciona y seguro de que la paga a un alto precio. Por eso se entiende que el cliente sea fiel a ese establecimiento a pesar de sus precios. Calidad y servicio es la base de su filosofía culinaria.
“Me llega el pescado vivo” me suele decir una cariñosa y buena cocinera navarra.
Doy fe, que lo he visto. En este caso, el precio no supera a alguno de los malolientes puestos de la plaza, pero la fiabilidad y la garantía que ofrecen sus pescados han hecho ganarse el respeto y el reconocimiento de todo el público.
También he visto que un famoso empresario hostelero de Pamplona compra en la pescadería del mercado, que más barato vende y peor aspecto presentan sus “alimentos”. Pensar lo que queráis, es libre y gratis.
Sobre fruta y verdura, lo mismo, a algunos se les llena la boca de la huerta navarra y al final lo que te comes en sus platos habla francés, tanto de Francia como de Marruecos. Podríamos perdonar que la etiqueta fuera almeriense o murciana, lo que nos garantizaría producto fresco durante todo el año. Pero tanta infidelidad nacional, no se, no se.
Como ya me conocéis, y este blog no tiene sentido sin hablar de vino, ya sabéis por donde voy.
Cualquier negocio debe pensar en la rentabilidad como fin y objetivo máximo, pero no excluyente. No se puede olvidar al cliente o consumidor, bajo ningún concepto, por que sin el no hay negocio. Al cliente hay que mimarlo y entenderlo, si queremos que nos sea fiel.
Y me temo que ningún restaurante, si quiere llamarse así, puede ofrecer en su carta los mejores productos regándolos con un vino de 1,50€/botella.
Ese vino a ese precio puede ser muy caro, como baratos pueden ser muchos vinos de 18€.
Cada cual que saque sus propias conclusiones.
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