Iberoamérica en Cata 10ª Edición. IEC#10. Hotel Quinta de San Amaro y Champagne Cuvée Nicolas Billecart 1998.

Después de semejante entuerto en la propuesta que pocos han entendido me dispongo a celebrar Iberoamérica en Cata 10ª Edición, IEC#10.
Aunque el lugar lo merece y puesto que ya es una experiencia vivida he decidido no publicar el vino protagonista para no repetirme.
Me refiero al Do Ferreiro Cepas Vellas, el cual me hizo alcanzar un estado de paz de espíritu tal que para celebrarlo propongo un champán de nivel y de altura.
Explicado el cambio, mis elegidos son:
Pasar unos días con mi asesora de imagen (esposa a todos efectos) en el Hotel y Restaurante Quinta de San Amaro en Meaño (Pontevedra) descorchando alguna que otra botellita de Champagne Cuvée Nicolas François Billecart 1998.
Este espumoso procede de uvas Chardonnay de los Grandes Crus de la Côte des Blancs y uvas Pinot Noir de los Grandes Crus de la Montagne de Reims. ¡Casi nada!
Simplemente maravilloso, armónico, largo, pleno de elegancia y potencia.
Nariz sumamente compleja a la vez que fresca y divertida. Boca con una acidez deliciosa, una cremosidad y una amplitud para recordarla por los siglos de los siglos.
Si a esto le sumamos el bellísimo marco y los paisajes que ofrecen las cepas de albariño en el Valle del Salnés, el cielo se puede tocar sin duda alguna.
La Quinta de San Amaro se inauguró el verano pasado.
Gracias a Encarna, la hija de Gerardo Méndez, tengo el honor de ser la factura número uno de la casa.
Modernidad en un entorno inolvidable que nos aportó el confort y la tranquilidad que buscábamos, y necesitábamos. Catorce habitaciones exquisitamente decoradas, amplio y luminoso restaurante donde degustar modernos platos tradicionales, un salón-biblioteca con chimenea para superar el invierno y una terraza con piscina donde pasar sin agobios el verano.
Y fue aquí, en la piscina, donde comenzó esta historia. Con otro vino pero con las mismas sensaciones. Nadando sobre el mar de viñas que se otean desde este recomendable enclave gallego. Cada brazada movía las parras verdes y tupidas y uno se iba enamorando hasta las cachas del albariño y de este Valle del Salnés.
Para terminar, en la convocatoria propuse citar lo que nuestra acompañante elegiría en este día tan especial del blog.
Mi santa coincide conmigo, armonizamos, aunque se anima a tomar una buena botella de Zubiola 2005 en Laguardia, en la plazuela junto a la majestuosa Torre Abacial.
La Guarda de Navarra aconseja visitar esa bendita tierra gallega, zambullirse en la historia de sus vinos y de sus gentes, hospedarse en la Quinta de San Amaro y por supuesto brindar por la buena gente con un gran albariño y un gran champagne.
¡No podéis imaginar la serenidad que eso transmite! Yo ahora mismo me iba para allí.