martes, noviembre 20, 2007

Cata vertical de Mirto y otros.



Cella Vinarium reunió al Club de Sumilleres de Navarra, con participación de sus socios, por supuesto, para celebrar una cata vertical de Mirto.
Bodegas Ramón Bilbao elabora este vino, moderno, con uvas variedad Tempranillo de cepas viejas, con más de setenta años.
Esta bodega afincada en Haro, Rioja Alta, se mueve en el mercado con sus vinos clásicos y no tan clásicos, donde este Mirto es la clara expresión de las nuevas tendencias, de vinos con gran personalidad y marcado carácter.
Vino especial hasta en su vinificación. Exhaustiva selección, fermentación en tino de roble, maloláctica en barrica, batonage, crianza de 24 meses en barrica francesa tipo Allier, con tostados muy particulares, y embotellado sin clarificación ni filtración.
Como dicen en su casa, un “vino con corazón”.
La cata fue dirigida por Javier Gómez, enólogo de la casa y Juan Medina, director de marketing de Zadire.
A las 19 horas de la tarde del martes 13 de noviembre las cinco añadas seleccionadas para la cata esperaban el comienzo con ansiedad.
Cada una de las botellas había estado esperando durante largo tiempo ese día para demostrar el por qué de un gran vino.
El orden establecido para el evento comenzaba con la representante de la vendimia de 1999 para terminar con la de 2004, pasando por 2000, 2001 y 2002. En el 2003 la bodega decidió no elaborar Mirto pues consideró que la cosecha no reunía las condiciones de calidad mínimas.
Antes para abrir boca se degustó Mar de Frades 06, albariño del Valle de Salnés fresco, untuoso y aromático. Siguió Mar de Frades 07, recién salido del depósito. Con gracia y turbidez recordó que era uva hace dos meses. Para dar entrada a los Mirtos nos presentaron un ribera, con potencial, el Cruz de Alba 04.
Luego llegó lo previsto.
Mirto 1999: Tímido al inicio. Aromas terciarios (cueros, animales, tabaco, especias, hojarasca). Ligera oxidación en nariz. Fruta madura, alicorada. Buena acidez. Bonita evolución. Cálido.
Mirto 2000: Menos evolucionado. Balsámico. Mineral, mina de lápiz. Tostados, caja de puros, madera de cedro. Acidez alta. Goloso y largo.
Mirto 2001: El más elegante de la tarde. Fruta madura. Chocolates, cacaos, tabaco. Boca muy fina. Complejo. Excelente frescura.
Mirto 2002: Aromático, regaliz, fruta madura, torrefactos. Sabroso y amplio. Algo tánico.
Mirto 2004: Gran intensidad aromática, fresco en nariz. Goloso de amargoso final. Buena acidez y escasa tanicidad para su edad.
La Guarda de Navarra disfrutó de los vinos y ahora lo comparte en su blog.
¡Extraordinaria reunión!

1 comentario:

Anónimo dijo...

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