A veces, sobran las palabras porque estas son incapaces de sustituir a los sentimientos.
Cuando a personas cercanas la vida les da la espalda, cuando su tiempo acaba sin previo aviso, cuando el sufrimiento de seres queridos te distrae y no encuentras refugio en nada, comprendes el verdadero valor de las cosas y la importancia que los detalles intrascendentales tienen en la existencia de cada uno.
La Guarda de Navarra, con aquellos que necesitan el apoyo, y el cariño, más sincero y desinteresado.
(ni busco, ni voy a contestar comentarios, me apetece compartir sentimientos por reincidencia, sin más)
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