viernes, mayo 29, 2009

Prado de Chica 2007, de Bodegas Urabain


¡Uff, vaya mes de trabajo!
Al carajo con la crisis y con este gobierno mentiroso.
Voy a reflexionar en voz alta.
¡Atención aficionados al vino con las marcas que compramos!
Y no me estoy refiriendo a ese vino de Bodegas Torres donde “apareció” cianuro y cuyo consumidor anda en el hospital dando gracias a Dios. Alguien puso ahí el veneno con aviesas intenciones y le ha hecho casi mas daño a la bodega y al vino español, por esos países nórdicos, que a la pobre victima. La policía que no es española ni teledirigida seguro que consigue esclarecer los hechos.
Me refiero a esas bodegas que nadie sabe, a pesar del marcaje estrecho de los consejos reguladores, que es lo que embotellan.
Bodegas premiadas, incluso, y que no hacen mas que corroborar que todos esos jurados plagados de “expertos” son solo escaparate de un mundo que necesita transparencia y humildad.
Termino con un apunte, ¿como es posible que en la D.O. Navarra se estén comercializando reservas a 1,50€?
Así mal vamos.
Un vino para aliviar las penas, Prado de Chica 2007.
Bodegas Urabain elabora en Allo, Navarra, este tinto monovarietal de Merlot que ha sido distinguido, con razón y argumentos de peso, por la Ciudad Agroalimentaria de Tudela con la Medalla de Oro a la Calidad como el mejor vino de la Comunidad Foral. (PVP no llega a 10€)
No soy amigo de premios y concursos pero es justo reconocer el buen trabajo y la trayectoria de esta joven bodega.
La etiqueta dice que pasa 9 meses en barrica de roble francés.
A la vista se observa limpio y brillante. Cereza apicotado con ribete violeta. Lágrimas densas que descienden con rapidez. Buena capa.
En nariz muestra gran intensidad y franqueza, predominando una mineralidad elegante, unos terciarios en forma de ahumados, especias y cacao, y una fruta en compota, madura. Y además es fresco, toma ya.
La boca remata el buen trabajo de Fernando y Laura. Sabroso, fresco y levemente astringente, con unos taninos dulces y un amargor que relaciono con la variedad. Es goloso, carnoso, de cuerpo medio.
La Guarda de Navarra quiere compartir este vino y esta bodega que, a pesar de los pesares, de no ser nada comercial ni gastar en grandes campañas publicitarias, empieza a recoger los frutos del reconocimiento a un buen trabajo y a una trayectoria muy personal.
¡Y sin hacer vinos para la galería!
Chapeau.

viernes, mayo 01, 2009

María de la O 2007 y Cojón de Gato 2007



¡Al fin, diez minutos para dedicar al blog!
Voy a correr para poder comentar los dos vinos que traigo para hoy.
La empresa Lamarca Wines se dedica a distribuir vinos de distintas D.O. además de crear y comercializar marcas propias. Si entráis a su Web veréis que tenemos puntos de unión.
Mesones de Isuela en la provincia de Zaragoza es el pueblo donde nace Lamarca Wines.
Empiezo por María de la O 2007.
Elaborado con Garnachas de viñas viejas permanece en barrica de roble francés durante tres meses. La etiqueta es tremendamente folklórica, aunque ya la han cambiado por otra de tonos parecidos donde los lunares blancos desaparecen. Es una pena, ya me tenía enganchado.
Se le considera Vino de la Tierra de la Ribera del Gállego – Cinco Villas.
A la vista presenta un color cereza intenso con ribete granate. Capa media. Lágrima muy densa.
En nariz predomina la intensidad. Frutal y floral. Madera bien integrada en el conjunto. Notas de mora. Frescura y dulzura equilibradas. Ligeramente mineral.
La boca muestra un ataque dulce, un paso fácil y amable. Goloso con recuerdos a cacao. Taninos maduros y bonita acidez.
El segundo vino, Cojón de Gato 2007.
A pesar de su nombre desconozco si lleva esta variedad de uva. Si que especifica la presencia de Syrah, Merlot (incluso Cabernet, en la Web) y otras.
Esta adscrito a la D.O. Somontano y también se cría durante tres meses en barrica de roble francés (seis meses según otras fuentes).
En ambos vinos la recogida de la uva es nocturna y manual. Me da vergüenza apuntar los rendimientos del viñedo pues dicen que se vendimian 500 gramos por cepa. ¿Será verdad?
Vayamos al grano, o al cojón, en este caso.
En vista el color es cereza con ribete granatoso. Capa media alta y lágrima densa.
Nariz de intensidad alta. Dulce. Recuerdos vegetales como flores y bosque. Al principio geranio y chirimoya, luego apuntes de una madera fina y algo de levaduras.
En boca es sabroso, sedoso, fresco y equilibrado. Largura notable.
La Guarda de Navarra ha disfrutado con estos vinos. Intentaré compartirlos con los que me rodean, no parece que sus precios sean desorbitados.
Vinos divertidos, con una imagen graciosa y atractiva.
Merece la pena probarlos sólo por su aspecto. Luego no defraudan.
¡Sobresalientes!