Antes de que el PSOE inaugure la policía de Internet que lleva en su programa electoral aprovechemos para celebrar, en libertad, una nueva edición de Iberoamérica en cata. No hará falta el Código Cocina pues ya inventaran cocineros que nos cocinen los blogs y nos den tijeretazos cuando digamos lo contrario a lo debido.
Si amigos, Iberoamérica en cata 8, IEC#8.
Els vins de Pilar Vi-dal y José blanco-tinto proponen como tema: Vinos con espíritu de carnaval.
No me ha hecho falta esforzarme mucho para la elección del vino. Tres veces lo he probado y en las tres me ha sorprendido con distinta mascara o disfraz.
Para celebrar esta octava reunión me quedo con las sensaciones más positivas y francas de este rioja alavesa de Lapuebla de Labarca.
Polus Tempranillo 2006 de las bodegas Loli Casado.
Como reza su etiqueta, si no me falla la vista, se elabora con uvas seleccionadas de la variedad Tempranillo procedentes de viñas de 75 años. Fermentación alcohólica en madera durante catorce días. Maloláctica en barrica sobre lías finas. Seis meses en barrica nueva. Embotellado en mayo de 2007.
A la vista nos regala brillo y limpidez. Su color cereza intenso con borde violeta delata su juventud.
En nariz, a la media hora de su descorche, predomina la madera y los terciarios, dejando en segundo plano los deliciosos aromas varietales. Almizcle, cuero, vainilla, toffes. Especiado, pimienta y clavo. No hay equilibrio, hay intensidad. Muestra un atractivo fondo dulce.
La boca continúa en la misma línea. Torrefactos y madera. Fresco y dulce. Ligero amargor final. Cuerpo medio que traduce cierta carnosidad y peso.
Esta segunda cita con un Polus, al menos, no ha rebasado el limite de los terciarios desviándose a notas animales poco agradables.
Podría resumir diciendo que es un vino de potencia aromática y sápida, carente de armonía que logrará con el paso del tiempo.
He aquí la evolución que decidió que fuera mi representante para esta cata.
A las 24 horas la nariz torna a matices agradables y equilibrados de marroquinería, cueros. De alquitrán y breas. De balsámicos y regalices. Fruta confitada.
La boca de paso sabroso. Vino amable y carnoso. Sápido con base de fruta madura y una madera menos marcada. Largura mas que notable, diría que sobresaliente, y el ligero amargor del día anterior. Acidez deliciosa y sobre todo una armonía que no existía sin esa mano mágica del paso del tiempo y la oxigenación.
La Guarda de Navarra recomienda el Polus 2006 y descubrir lo geminiano que puede resultar este vino con un correcto servicio y una obligada aireación.
¡Para gozar con paciencia y disfrutar en buena compañía!
Si amigos, Iberoamérica en cata 8, IEC#8.
Els vins de Pilar Vi-dal y José blanco-tinto proponen como tema: Vinos con espíritu de carnaval.
No me ha hecho falta esforzarme mucho para la elección del vino. Tres veces lo he probado y en las tres me ha sorprendido con distinta mascara o disfraz.
Para celebrar esta octava reunión me quedo con las sensaciones más positivas y francas de este rioja alavesa de Lapuebla de Labarca.
Polus Tempranillo 2006 de las bodegas Loli Casado.
Como reza su etiqueta, si no me falla la vista, se elabora con uvas seleccionadas de la variedad Tempranillo procedentes de viñas de 75 años. Fermentación alcohólica en madera durante catorce días. Maloláctica en barrica sobre lías finas. Seis meses en barrica nueva. Embotellado en mayo de 2007.
A la vista nos regala brillo y limpidez. Su color cereza intenso con borde violeta delata su juventud.
En nariz, a la media hora de su descorche, predomina la madera y los terciarios, dejando en segundo plano los deliciosos aromas varietales. Almizcle, cuero, vainilla, toffes. Especiado, pimienta y clavo. No hay equilibrio, hay intensidad. Muestra un atractivo fondo dulce.
La boca continúa en la misma línea. Torrefactos y madera. Fresco y dulce. Ligero amargor final. Cuerpo medio que traduce cierta carnosidad y peso.
Esta segunda cita con un Polus, al menos, no ha rebasado el limite de los terciarios desviándose a notas animales poco agradables.
Podría resumir diciendo que es un vino de potencia aromática y sápida, carente de armonía que logrará con el paso del tiempo.
He aquí la evolución que decidió que fuera mi representante para esta cata.
A las 24 horas la nariz torna a matices agradables y equilibrados de marroquinería, cueros. De alquitrán y breas. De balsámicos y regalices. Fruta confitada.
La boca de paso sabroso. Vino amable y carnoso. Sápido con base de fruta madura y una madera menos marcada. Largura mas que notable, diría que sobresaliente, y el ligero amargor del día anterior. Acidez deliciosa y sobre todo una armonía que no existía sin esa mano mágica del paso del tiempo y la oxigenación.
La Guarda de Navarra recomienda el Polus 2006 y descubrir lo geminiano que puede resultar este vino con un correcto servicio y una obligada aireación.
¡Para gozar con paciencia y disfrutar en buena compañía!
Fotografía de mi amigo Jorge para adornar esta nueva fiesta del blog.