¿Quién podría decir que esta fotografía anuncia artículos de joyería?
La ambigüedad y la confusión parecen haberse personalizado en la ministra de sanidad, quien dentro de su estilizado cuerpo, falto de grasa y carne, se mire por donde se mire, tiene la osadía de preocuparse de las jóvenes anoréxicas del país. “Consejos vendo pero para mi no tengo”.
Lo de este gobierno raya la locura, voy a nombrar ciertas actividades que se podrán realizar en libertad mientras que para beber vino deberemos volver a las catacumbas.
Podré fumarme un canuto mientras veo un partido de fútbol del equipo del colegio de mi hijo pero no podré tomarme un vino. Es mas “guay” tomar ejemplo de los holandeses legalizando drogas blandas mientras aquí comparamos vino con drogas duras y alcohol de mas graduación.
Podré tomar la decisión, por mis padres, si no son capaces de valerse por ellos mismos o si la enfermedad los deja postrados como vegetales moribundos, de acabar con su vida sin sufrimiento. Pero no, padre, no beberé vino delante de los niños.
Podrémos ver como alguien se masturba o le masturban en el parque, sin inmutarnos ni inmutarse, por que la sexualidad es buena y nadie debe reprimirse. Tampoco podré beber vino, mientras lo hacen pues es un espacio público.
Le explicaré a mi hijo por que fulanito tiene dos padres o dos madres, y lo entenderá. Pero no sabré explicarle por que yo no puedo beber junto a él, el vino que se elabora en mi pueblo y del que viven tantas bodegas y agricultores. ¿Si es malo por que lo producen, papa?
En la cafeteria de la piscina, después de darnos un baño, tendré que evitar la mirada desde mesas contiguas, de pares de tetas caídas, tetas gordas, minitetas, lo que fueron tetas, alguna de ellas vizca, por que nadie debe avergonzarse de nada. ¡Semos libres y europeos!. Pero no podré tomar un aperitivo, ni un vino, ni un cava, pues delante habrá menores. Solo se serviran refrescos y agua.
En la TV, entre las 6h. y las 22h, podremos ver juntos programas basura, escenas violentas, noticias no aptas, dibujos animados para adultos, publicidad de productos no infantiles, pero no se ofrecerán anuncios sobre vino, tan bonitos, por ejemplo, como el de los vinos de Navarra del año pasado.
El vino no podrá publicitarse junto a centros educativos, centros de menores ni en instalaciones deportivas. Pero si lo podrán hacer empresas y multinacionales que explotan a los niños como mano de obra barata, empresas contaminantes, empresas de dudosa reputación democrática, empresas que financian actividades ilegales, etc.etc.
Ningún cura en misa, se supone, podrá beber en presencia de menores, ¿no será parte del borrador obra del señor Moratinos más aficionado al vino francés y tolerante con otras religiones?
En el cine tampoco se podrán ver escenas de menores bebiendo, ¿y que va a hacer usted señora ministra, multar a la subvencionada industria del cine? Pues de sus presupuestos se pagarán las sanciones.
Comentan que el gobierno al que pertenece la señora mElena habla con terroristas y recibe a dictadores, pero todavía no se ha sentado con nadie del sector vitivinícola para consensuar el borrador de la ley.
Esta mujer se mueve por impulsos y hace lo que le viene en gana, eso si con mucho talante, moda y peluquería.
Se sigue demostrando que el consumo moderado de vino aumenta la longevidad del ser humano, no hay duda, viendo alguna de las momias que dirigen los designios de este país, así que seguiremos consumiéndolo para, al menos, intentar llegar vivos al final de esta historia.