sábado, marzo 13, 2010

Introducción a la cata en la Cocina de Alex Múgica



Tras un inicial silencio maestrante, donde se cortaba la expectación, Alex Múgica, como anfitrión, presentó el evento y dio paso a Miguel Fernández de Arcaya, director de la cata y director técnico de las bodegas Fernández de Arcaya, en Los Arcos.
Este, con su inconfundible estilo, carácter propio y su extraordinaria capacidad de trasmitir conocimientos enológicos, nos brindó una velada llena de interés culminada con una leyenda egipcia del origen del vino que dejó a la audiencia dispuesta, predispuesta, para una futura, y que esperamos próxima, reunión de enochalados.
Todo comenzó con un “vino”, catado a ciegas, que resultó ser sangría. Para este momento Miguel ya había desgranado, resumiendo, lo esencial, los entresijos de la cata.
Una Sangría Blanche, elaborada por Bodegas Fernández de Arcaya, fresca y dulce, donde los avezados alumnos encontraron recuerdos a limón, melocotón y naranja, por supuesto reales pues en el refresco estaban añadidos.
Paso a paso, el mundo de la cata se iba abriendo para muchos de los asistentes y nos servía de recuerdo a otros.
Un blanco de Cariñena, Care 2009, elaborado con chardonnay y algo de viognier, fue el estímulo para seguir creyendo que casi todo humano puede introducirse en la cata de vinos.
Delicioso blanco, fresco, intenso en nariz, varietal y de boca madura, exótica, para confirmar el buen hacer de Bodegas Añadas.
“Y al fin, un vino”, se dijo en tono de humor, para recibir al primer tinto, un tempranillo manchego, Canforrales Clásico 2009. Conceptos como taninos, lágrima, nueva paleta cromática, para disfrutar de un vino fiel representante de la juventud y de una variedad muy extendida en nuestro país y, a pesar de todo, desconocida en matices.
Esplendido en color, fragante y franco en nariz, amplio y sabroso en boca, aportó el perfil exigido para adiestrar los sentidos.
Dos horas intensas y todavía faltaba lo mejor.
Conceptos de elegancia, complejidad, intensidad, equilibrio, evolución, longevidad, buen envejecimiento, crianza en barrica, tuvieron como mejor ejemplo el descorche de un vino estrella de la bodega navarra, de su casa.
Reserva Fernández de Arcaya 2001. Elaborado con cabernet sauvignon, de un pago de viñas muy viejas, absolutamente varietal donde se distingue el buen cabernet de los “otros” cabernets.
Intenso en color y aromas, sencillamente, el reserva de Navarra.
Media hora más para deleitarnos con el vino, disfrutarlo, gozarlo, y terminar acompañándolo con una tapa marca de la Cocina de Alex Múgica, talo con tocino y queso sobre crema de alubias, inspirado en la cocina de antaño en los caseríos de Leiza (Navarra).
Aplauso final al orador y reconocimiento general a la iniciativa propuesta por Cella Vinarium de popularizar y divulgar la cultura del vino por cada rincón de Navarra, o de donde sea.


La Guarda de Navarra se encuentra feliz por la experiencia y por rodearse de gente tan esplendida, amigable, experimentada y cualificada.


"Todos los hombres son sabios, unos antes, los otros, despues"


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