Este blog se ha quedado sin chispa, como la añada 2011 de rosados que he probado hasta ahora. Sin chispa y frescura natural, me refiero, claro.
Siento hastío y desazón al no llamar a las cosas por su nombre pero, es que los negocios son los negocios.
Si digo miau, me dejan de comprar los perros, si digo guau serán los gatos quienes me monten un cordón sanitario.
Así que, nada, a vivir en los mundos de Yupi. A vender las excelencias y bondades del vino, por muy malo que sea, y a aguantar el chaparral con buena cara y mejores actos.
Pensando, me quedo, hasta encontrar palabras que no hieran sensibilidades. Hasta asentarme o estabilizarme y conseguir que la libre opinión sea un hecho y no un deseo.
¡Stop a la indecente política de precios!
El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
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