Antes de disfrutar de un vino que apague la ulcera que me producen muchas personas voy a organizar un boicot a la lectura del diario ADN. No por nada, simplemente por que protestar es un ejercicio democrático. Y como acabo de escuchar a su directora, “una protesta popular es estupenda mientras no haya agresión física. Es un acto de nervio, de proteína social”.
Sin comentarios. No quiero insultar ni prestar atención a un ser del que desconocía su existencia y así quiero que continúe.
Vayamos al grano. Después de darle la segunda oportunidad me siento capacitado para decir que La Vendimia 2006 no ha llegado hasta mi corazón.
Este vino de Alfaro, D.O.C. Rioja, se elabora con Tempranillo en las Bodegas Palacios Remondo. Se cría durante 4 meses en barricas de roble francés.
A la vista presenta un color morado intenso con ribete cercano al púrpura. Limpio y brillante.
En nariz me sorprende por su falta de frescura. Notas maduras sobre un fondo floral, incomodo, nada agradable. Cercano al geranio y no a las violetas y las lilas. La madera, yo diría, enmascarada más que ensamblada.
La boca de paso fácil pero con un retronasal en la línea anterior. Madurez donde yo pretendía encontrar juventud. Cuerpo medio y largura notable.
La Guarda de Navarra no ha disfrutado con este vino. Si me ha servido para enriquecer mi memoria olfativa, y eso es digno de destacar. Todo vino merece una segunda oportunidad, incluso una tercera.
¡Todo se andará!
Sin comentarios. No quiero insultar ni prestar atención a un ser del que desconocía su existencia y así quiero que continúe.
Vayamos al grano. Después de darle la segunda oportunidad me siento capacitado para decir que La Vendimia 2006 no ha llegado hasta mi corazón.
Este vino de Alfaro, D.O.C. Rioja, se elabora con Tempranillo en las Bodegas Palacios Remondo. Se cría durante 4 meses en barricas de roble francés.
A la vista presenta un color morado intenso con ribete cercano al púrpura. Limpio y brillante.
En nariz me sorprende por su falta de frescura. Notas maduras sobre un fondo floral, incomodo, nada agradable. Cercano al geranio y no a las violetas y las lilas. La madera, yo diría, enmascarada más que ensamblada.
La boca de paso fácil pero con un retronasal en la línea anterior. Madurez donde yo pretendía encontrar juventud. Cuerpo medio y largura notable.
La Guarda de Navarra no ha disfrutado con este vino. Si me ha servido para enriquecer mi memoria olfativa, y eso es digno de destacar. Todo vino merece una segunda oportunidad, incluso una tercera.
¡Todo se andará!
2 comentarios:
Aunque nunca es bueno que un vino no te llegue, me alegra leer que un Rioja no es bueno. En Vizcaya se peca de riojitis, una enfermedad que sólo se cura con largas estancias en tierras diferentes, como es mi caso. No vale si se vuelve todos los fines de semana al poteo por Bilbao, Baracaldo o Santurtzi.
No confundas los terminos. He dicho que no me ha llegado. Si buscas por la red y preguntas por ahí, descubrirás que hay gente que si ha disfrutado con él. Lo que ratifica que el mundo del vino es mas variado que, al menos, la prensa y TV de este país.
Además a mi no me parecería sorpresa encontrar un mal vino en Rioja o un buen vino en La Mancha, afortunadamente los que bebemos vino del mundo ya hemos derribado todos los estereotipos. A Dios gracias.
Un saludo.
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