Laguardia. Martes 15 de enero. 13.30h. Lugar: Centro Temático del vino Villa Lucía.
Se celebra una nueva edición del concurso Premio a la creatividad en el vino.
Nos congregamos allí con la intención de disfrutar de los vinos que se elaboran en nuestra D.O.C. y en la vecina Comunidad Foral de Navarra. Por cierto yo, riojano alavés hasta el tuétano, soy invitado acompañando a una de las representantes navarras, Jardín de Lúculo. Cosas de la vida.
En este certamen tienen cabida aquellos vinos que ofrecen algo distinto a lo habitual. La calidad, por supuesto, se supone general pero es la creatividad el punto mas fuerte, según cuenta el jurado y la organización, donde se debe hacer más hincapié. Creatividad entendida en la vinificación, en el etiquetaje, en la procedencia y cuidado de las uvas, etc.etc.
Cuesta entenderlo pero es así. Se premia lo obvio.
Para mi todos los vinos deberían ser creativos e innovadores, y los que no a segunda división. Las mediocridades al vagón de cola, al montón, hasta que mejoren, y los sobresalientes a la pelea del mercado, tirando de su propio tren sin permitir que se suban al carro los vividores, los chupópteros y los segundones.
Aún así siempre se acaba colando alguno.
Después de una presentación bastante pobre, en líneas generales, y carente de chispa e ingenio- el próximo año que se valoren también los discursos creativos- el notario, sin ningún rodeo, hizo público el nombre del vino ganador.
Con el sobre a medio abrir, se acerco al micrófono y sin dar ni los buenos días soltó, de golpe y porrazo: - El ganador es Laderas del Portillo de Ostatu.
Se bajo de la plataforma y si te he visto no me acuerdo. Al menos evitó el mal trago y los nervios de los catorce nominados de entre las setecientas muestras analizadas. Para que más explicaciones.
Después de ese momento álgido y de las preceptivas fotografías llegó lo que yo esperaba. Otros enseguida se encargaron de cortar el paso de las simpáticas camareras y arrebatarles los manjares que transportaban, desde la cocina, en sus bandejas.
Yo me dediqué a lo mío. Para eso fui. Luego habría tiempo de llenar el buche. O no.
Pronto me puse a probar uno por uno los catorce finalistas, empezando lógicamente por el primero. Todos eran tintos.
- Laderas del Portillo 2004.
Me sorprendió su nariz mineral y su dominancia de aromas terciarios. Cedro, torrefactos, especias y algo de chocolate. Hay fruta pero no fresca, en compota y escarchada. Amplio en boca y fino, elegante, aunque algo pasado de madera. Sin equilibrio.
- Soros 2005.
De la bodega Martínez Corta, en Uruñuela. Su juventud marca una astringencia elevada. La madera, nueva se entiende, destaca en exceso sobre la fruta madura. Es persistente apareciendo notas de regaliz y torrefactos.
- Malpuesto 2005.
De Izadi, muestra su contundencia incluso al intentar levantar su pesada botella. Nariz intensa. Boca potente y tánica. Un vino de excesos, de trago largo y gran estructura.
- Finca de la Moneda 2004.
Bodegas Alzania, de Navarra, presenta un vino equilibrado, de madera bien ensamblada y fruta madura. Cerezas al marrasquino. Amplio en boca y goloso.
- Jardín de Lúculo 2005.
Otro navarro, de la bodega de La Casa de Lúculo. La nariz de siempre, donde la deliciosa garnacha se muestra con esplendor aunque con un incomodo fondo vegetal. Boca sabrosa y amable.
- Exopto 2005.
De Elvillar, vino potente, muy potente, de nombre impronunciable. ¿Creativo? Largo y contundente. Especiado con carga frutal. Frescura y finura, a pesar de su “tamaño”.
- Terrán 2005.
De Laguardia, bodegas Vallobera. El joven de la familia. Nariz elegante y aromática con cantidad de matices. Mineral, afrutado y con una madera fina, aunque presente. Boca amable, fresca y con nervio. Bien equilibrado.
- Cantos de Valpiedra 2005.
De la familia Martínez Bujanda. Nariz franca, boca amable aunque sin frescura. Goloso y suave.
- EME 2006.
Bodega Casado Morales. Mi primer desencanto. Esperanzas en un monovarietal de graciano y en una bodega que sigo con interés. Nariz nada agradable. Del cerrado pasa a unos cueros, o animales, o suciedad, que estropea la cata. Boca amable, sedoso, carnoso, pero…
-Polus Tempranillo 2006.
De la misma bodega de Loli Casado. Segundo desencanto. Aromas de reducción que se prolongan en el tiempo. Boca alegre y sabrosa. Tengo esperando en la bodega otra botella de este vino y otra del Jaun de Alzate en las que invertí 20 eurazos. Espero que el desquite sea glorioso.
- Iporos Vendimia Seleccionada 2005.
De Bodegas Sonsierra. Vino de bonita y aromática nariz. Boca amable donde la fruta convive con la madera. Armónico y sabroso.
- Esencia de Varal 2005.
De Baños de Ebro. Vino correcto, sin las estridencias de madera y potencia de alguno de sus compañeros. Equilibrado. Interesante fondo mineral.
- Antión 2005.
De Elciego. Su nombre aumentativo te hace esperar más potencia. Nariz franca de intensidad media. Boca con frescura donde la persistencia es notable.
- Viña Ane 2004.
Bodega Monge-Garbati de San Vicente. Nariz intensa con matices especiados. Boca de paso amable y sedoso. Largura y amplitud.
Y al final intenté, sin éxito, localizar a alguna camarera que no llevase postres a cuestas. Aunque los pastelitos se dejaban comer, la apoteosis llegó en forma de patatas fritas bañadas de chocolate. Delicias dulces para acompañar medio litro de agua y ponerme camino de regreso a Pamplona.
Aviso a Tráfico. Llené cada una de las escupideras, muy bien situadas.
La Guarda de Navarra recomienda participar en este tipo de concursos, parece, que transparentes y donde cada vino expresa lo que es sin prejuicios de marcas y precios de venta.
¡Para gozar! Con los vinos y con los muchos amigos que uno se encuentra por esos caminos de Dios.
Se celebra una nueva edición del concurso Premio a la creatividad en el vino.
Nos congregamos allí con la intención de disfrutar de los vinos que se elaboran en nuestra D.O.C. y en la vecina Comunidad Foral de Navarra. Por cierto yo, riojano alavés hasta el tuétano, soy invitado acompañando a una de las representantes navarras, Jardín de Lúculo. Cosas de la vida.
En este certamen tienen cabida aquellos vinos que ofrecen algo distinto a lo habitual. La calidad, por supuesto, se supone general pero es la creatividad el punto mas fuerte, según cuenta el jurado y la organización, donde se debe hacer más hincapié. Creatividad entendida en la vinificación, en el etiquetaje, en la procedencia y cuidado de las uvas, etc.etc.
Cuesta entenderlo pero es así. Se premia lo obvio.
Para mi todos los vinos deberían ser creativos e innovadores, y los que no a segunda división. Las mediocridades al vagón de cola, al montón, hasta que mejoren, y los sobresalientes a la pelea del mercado, tirando de su propio tren sin permitir que se suban al carro los vividores, los chupópteros y los segundones.
Aún así siempre se acaba colando alguno.
Después de una presentación bastante pobre, en líneas generales, y carente de chispa e ingenio- el próximo año que se valoren también los discursos creativos- el notario, sin ningún rodeo, hizo público el nombre del vino ganador.
Con el sobre a medio abrir, se acerco al micrófono y sin dar ni los buenos días soltó, de golpe y porrazo: - El ganador es Laderas del Portillo de Ostatu.
Se bajo de la plataforma y si te he visto no me acuerdo. Al menos evitó el mal trago y los nervios de los catorce nominados de entre las setecientas muestras analizadas. Para que más explicaciones.
Después de ese momento álgido y de las preceptivas fotografías llegó lo que yo esperaba. Otros enseguida se encargaron de cortar el paso de las simpáticas camareras y arrebatarles los manjares que transportaban, desde la cocina, en sus bandejas.
Yo me dediqué a lo mío. Para eso fui. Luego habría tiempo de llenar el buche. O no.
Pronto me puse a probar uno por uno los catorce finalistas, empezando lógicamente por el primero. Todos eran tintos.
- Laderas del Portillo 2004.
Me sorprendió su nariz mineral y su dominancia de aromas terciarios. Cedro, torrefactos, especias y algo de chocolate. Hay fruta pero no fresca, en compota y escarchada. Amplio en boca y fino, elegante, aunque algo pasado de madera. Sin equilibrio.
- Soros 2005.
De la bodega Martínez Corta, en Uruñuela. Su juventud marca una astringencia elevada. La madera, nueva se entiende, destaca en exceso sobre la fruta madura. Es persistente apareciendo notas de regaliz y torrefactos.
- Malpuesto 2005.
De Izadi, muestra su contundencia incluso al intentar levantar su pesada botella. Nariz intensa. Boca potente y tánica. Un vino de excesos, de trago largo y gran estructura.
- Finca de la Moneda 2004.
Bodegas Alzania, de Navarra, presenta un vino equilibrado, de madera bien ensamblada y fruta madura. Cerezas al marrasquino. Amplio en boca y goloso.
- Jardín de Lúculo 2005.
Otro navarro, de la bodega de La Casa de Lúculo. La nariz de siempre, donde la deliciosa garnacha se muestra con esplendor aunque con un incomodo fondo vegetal. Boca sabrosa y amable.
- Exopto 2005.
De Elvillar, vino potente, muy potente, de nombre impronunciable. ¿Creativo? Largo y contundente. Especiado con carga frutal. Frescura y finura, a pesar de su “tamaño”.
- Terrán 2005.
De Laguardia, bodegas Vallobera. El joven de la familia. Nariz elegante y aromática con cantidad de matices. Mineral, afrutado y con una madera fina, aunque presente. Boca amable, fresca y con nervio. Bien equilibrado.
- Cantos de Valpiedra 2005.
De la familia Martínez Bujanda. Nariz franca, boca amable aunque sin frescura. Goloso y suave.
- EME 2006.
Bodega Casado Morales. Mi primer desencanto. Esperanzas en un monovarietal de graciano y en una bodega que sigo con interés. Nariz nada agradable. Del cerrado pasa a unos cueros, o animales, o suciedad, que estropea la cata. Boca amable, sedoso, carnoso, pero…
-Polus Tempranillo 2006.
De la misma bodega de Loli Casado. Segundo desencanto. Aromas de reducción que se prolongan en el tiempo. Boca alegre y sabrosa. Tengo esperando en la bodega otra botella de este vino y otra del Jaun de Alzate en las que invertí 20 eurazos. Espero que el desquite sea glorioso.
- Iporos Vendimia Seleccionada 2005.
De Bodegas Sonsierra. Vino de bonita y aromática nariz. Boca amable donde la fruta convive con la madera. Armónico y sabroso.
- Esencia de Varal 2005.
De Baños de Ebro. Vino correcto, sin las estridencias de madera y potencia de alguno de sus compañeros. Equilibrado. Interesante fondo mineral.
- Antión 2005.
De Elciego. Su nombre aumentativo te hace esperar más potencia. Nariz franca de intensidad media. Boca con frescura donde la persistencia es notable.
- Viña Ane 2004.
Bodega Monge-Garbati de San Vicente. Nariz intensa con matices especiados. Boca de paso amable y sedoso. Largura y amplitud.
Y al final intenté, sin éxito, localizar a alguna camarera que no llevase postres a cuestas. Aunque los pastelitos se dejaban comer, la apoteosis llegó en forma de patatas fritas bañadas de chocolate. Delicias dulces para acompañar medio litro de agua y ponerme camino de regreso a Pamplona.
Aviso a Tráfico. Llené cada una de las escupideras, muy bien situadas.
La Guarda de Navarra recomienda participar en este tipo de concursos, parece, que transparentes y donde cada vino expresa lo que es sin prejuicios de marcas y precios de venta.
¡Para gozar! Con los vinos y con los muchos amigos que uno se encuentra por esos caminos de Dios.
5 comentarios:
"Premio Creatividad en el vino. Laguardia."
Bueno debo decir que yo también estuve dentro de la cata de los vinos creativos, los cuales me parecieron unos merecedores finalistas. Este comentario va sobre todo a la gente que va de entendida y es una simple enterada, una vez que se catan los vinos al descubierto, las catas ya no son objetivas; uno de los comentarios que más me ha sorprendido es el del graciano monovarietal que había, EME de nombre, realmente quedé sorprendido!! un graciano fino de acidez, lógicamente cerrado al principio en nariz, pero con una muy agradable boca. Aromas curiosos, me imagino por la mezcla de los cuatro robles que lleva, americano, rumano, húngaro y francés, para algunos aromas desconocidos, entiendo. Yo me declaro un enamorado de esta variedad, y sigo con encanto a esta bodega, es su segundo monovarietal Graciano. Pero bueno centremonos en el acto, y algunas correcciones para los que bebieron y no llenaron el "buche", ahí queda eso, creo que hacer las dos cosas a la vez va muy bien, vaya lo normal. Me centraré en los que más me gustaron.
Laderas del Portillo 2005; es un vino del 2005 y no 2004, como aparece publicado, para mi un vino muy bueno de corte moderno, mineral, de buen cuerpo y estructura, aunque demasiada madera para mi gusto, queda enmascarado el potencial de fruta que tiene, yo no lo hubiera elegido ganador.
Antión 2005: uno de los más destacados, dulzón debido al tostado del roble utilizado, aunque equilibrado entre la madera y fruta, destacaban torrefactos, cacao... goloso y está para beber.
Terrán de Vallobera 2005: Como su propio nombre dice, terruño, muy mineral, aunque necesita afinarse, gran equilibrio madera fruta, me gusta por que puede la fruta, gran virtud en un vino.
EME de CASADOMO MORALES 2006: en primer lugar decir que Polus, no pertenece a la misma bodega. Se trata de un vino mineral, GRACIANO 100% atrevimeiento en la elaboración, buen equilibrio madera fruta, frutas negras como cieruela pasa, casis,... minerales
bonito color de capa cubierta, difícil de entender, destaca entre los tempranillos algo lógico, es totalmente diferente.
Sin más esos son los cuatro vinos que más me gustaron, quizás eché en falta algun blanco, pero bueno para otra ocasión.
Felicitar de mi parte a la organización, ya que ojalá mucha gente se dedicará más a promocionar como ellos, y no a criticar, este es el lado fácil. Gente como esta nos brinda la oportunidad de conocer novedades en este mundillo de locos y borrachos, eso si, ahi que saber cuando hay que estar algo loco y cuando algo borracho. Mi más sincera enhorabuena a toda la organización de este evento, si hay alguna más espero estar en ella.
Gracias por las correcciones. Entono el Mea Culpa, las prisas son mala consejeras y al menos, queda claro que la información salió directamente de la reunión, para bien o para mal.
No entiendo tu crítica en lo del buche ni en lo de la organización. Yo, anonimo, volvería a leer para comprobarlo. Lo del buche era una forma de adornar los primeros instantes de "abierta la veda para beber". Del Laderas del Portillo me dejaron un dedal y todos se fueron a por las bandejas. Bien comidos, hubo gente que no dejó la "barra" de los vinos, impidiendo a otros buenos aficionados acercarse a probar, "mirar las etiquetas" y escupir sin riesgos de salpicar.
Sobre la organización, no se que diferencias te separan conmigo, pues no hemos sido presentados. De Juanma me despedí amablemente felicitandole por el evento y animadole a seguir "como siempre". Si te refieres a las críticas a las intervenciones, supongo que estarás conmigo en que cuatro personas que pertenencen al sector de la comunicación y se definen como periodistas, cobrando por estar en Laguardia, seguro, merecen agradecer el esfuerzo de la organización y regalarnos una intervención sin titubeos, sandeces, incoherencias y falta de entusiamo.
Pero veo que sigo siendo "libre" de opinar y, por otra parte, seguido en el blog por todo tipo de personas, amigas y no, con lo cual estoy doblemente feliz.
Se cuando debo estar loco y borracho, incluso ambos a la vez,y estoy identificado(seguro que me viste) por lo que los riesgos asumidos siempre son mayores, hasta cuando critico, como dices tu, Aunque me quedan dudas.
Se nota que no me sigues habitualmente.
Bienvenido al blog, y ojala te quedes. No viene mal, de vez en cuando, que a uno le corrijan sus errores o que algún Pepito Grillo me despierte la conciencia.
Saludicos y gracias por tomarte la molestia de escribir ese pedazo de parrafo.
Hola de nuevo, aquí estamos haciendo un poco más largo este blog. Me presento como Anónimo,un nombre muy general y de larga historia por cierto. Me apasiona el vino y todo su entorno, de ahí que soy profesional de ello, tengo seguidores y gente fiel a mis ideas e inquietudes, aunque eso si prefiero los seguidores que hablen bien de mi ya que eso de "que para bien o para mal, pero que hablen de mi" no lo comparto. No puedo decir que sea tu amigo o no, pues no nos conocemos y si te soy sincero, me inquieta, ya que yo tambien soy alavés.
Por cierto, con respecto al EME investigué y me informe, por lo de los aromas a cueros que leí en tu crítica, yo no los encontraba por ningún sitio, pero hay que hacer caso delos que saben más, entiendo. Bueno quisiera agradecerte que entiendes tu por cueros, animales, suciedad... yo no lo alí por ningún lado,pondría la mano en el fuego a que los 13 vinos estrenaron barrica.
Te invitaría a probarlo de nuevo junto a otros gracianos, ya que como te dije me considero un romántico de esta variedad, (eso sí pagaríamos a medias, jeje).
BUeno pues si que me gustaría quedarme en el blog y seguirte, pues me pareces una persona despierta y curiosa, eso si me tendrás que decir como me registropues esto delastecnologías no lo llevo muy bien.
Un saludo, y espero coincidir en alguna de las catas contigo, e intercambiar opiniones.
Gracias por volver a visitarme.
Para no entrar en discusiones sin fundamento te digo mi punto de vista y me explico.
Cuando probé el EME lo hice con ilusión como al resto del plantel. Valoré su boca pues su nariz me pareció cerrada y no agradable. Es lo que apunte, tras un contacto de 45 sg. mas o menos (en ese tiempo no se puede descubrir más, intensidad, franqueza, limpidez, estructura, alcohol, cuerpo y para ya de contar. Cuando estaba acabando con el Antión y a punto de servirme Viña Ane, escuche un comentario no positivo sobre un graciano. Ni lo relacioné con el EME. Apurando el Ane, la persona con la que en ese momento compartía espacio, poco, y conversación me acercó una copa de vino y me dijo: "Huele, que opinas?", y le conteste mi parecer. Acto seguido me respondió, eso pensamos yo y mengano.
Como fuí a Laguardia con compañia navarra y técnica pues tres de ellos son enologos y con bodega, les comenté lo sucedido y ellos ya lo habían notado. Así que yo ni corto ni perezoso apoyado por mi percepción y por la confirmación de cinco o seis personas escribí lo que escribí. Sin más, sin animo de ofender pues nada me une o me separa de la bodega de Casado Morales. Por el mero hecho de hacer vino ya merecen toda mi admiración pero si mis sensaciones no son buenas no puedo falsearlas. Lo que tengo claro es que merecen otra oportunidad. pero este es mi blog, mi diario, mi cuaderno de bitacora y ecribo lo que pienso. Asi es y será.
Parecido me paso con el Polus y esta semana he probado el Polus temranillo y el Jaun de Alzate, que compré en el centro temático, y cuando publique mis impresiones notarás que de sabios es rectificar.
Cada botella es un mundo, cada bodega otro, aunque también te digo que hay bodegas y vinos que por más que los pruebo, ni chichi ni limoná.
Cambiando de tercio, si eres alavés no dudo en que nos cruzaremos alguna vez en nuestras vidas. Te repito, yo ya estoy identificado, así que cuando me veas me lo haces saber.
Por cierto si te gusta el graciano, y aún no lo conoces, no te pierdas el que elabora Guzmán Aldazabal. No tiene desperdicio.
Saludos.
EME DE CASADO MORALES 2006 VINO "PARKER"
OLE LOS CUEROS Y LOS ANIMALES, Y OLE LOS BODEGUEROS DE DE LA RIOJA ALAVESA VAYA NARIZ Y VAYA SENSACIONES, JAJAJAJA INCREIBLE PERO CIERTO.
SALUDOS A ESTE BLOG DE AFICIONADOS.
FDO.
UN APASIONADO DE LA FRUTA EN LOS VINOS,
FUERA LA MADERA!!!!!
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