domingo, febrero 13, 2011

¿Problemas en Bodegas Faustino?


Leo en elEconomista.es, “Falcon Crest en La Rioja”.
Al desconocer más datos sobre el caso y no manejar otras fuentes fidedignas, no quiero extenderme en los pormenores del asunto y si en lo que más me importa, el futuro del vino.
Dice el diario digital que Julio Faustino Martínez, patriarca de Bodegas Faustino, ha declarado la guerra a sus hijos expulsándoles del consejo de administración de la bodega.
Da más datos pero será el tiempo quien le dé o quite razones.
Eso son harinas de otro costal.
Son varias las bodegas grandes que por unas razones o por otras están acabando como el Rosario de la Aurora.
¿Existe nerviosismo en el sector? ¿Son los mismos problemas de gestión familiar por no delegar en buenos gestores profesionales? Vamos, lo de siempre. ¿Herencias? ¿Repartos de imperio por hijos mal acostumbrados?
No se sabe, pero lo que si está claro es que una macroempresa como Faustino, cuyos vinos son conocidos por el mundo entero no puede terminar de esta manera.
Bastantes problemas tiene ya el sector como para sumarle este tan desafortunado.
Alguien podría pensar, con cierta maldad, que a río revuelto ganancia de pescadores.
Con todo el excedente acumulado, la caída de gigantes abriría posibilidades de mercado a otros menos capacitados en grandes operaciones pero con vinos muy interesantes.
La verdad es que en la vida se cumplen ciclos y que “a rey muerto, rey puesto”. Seguro que alguna bodega se estará frotando las manos y esté deseando que la noticia se confirme.
La Guarda de Navarra entiende que la historia tiene un curso y desea que todo se resuelva de manera favorable, sobre todo para el mundo del vino.
Rioja sin Faustino o Laguardia sin Campillo, algo difícil de digerir.

viernes, febrero 11, 2011

Ciertas preocupaciones


A raíz de un comentario en facebook, caralibro para los amigos, quiero comentar algunos aspectos importantes y reales sobre el consumo actual de vino. Un consumo, por cierto, cada vez menor.
Me baso en hechos, comentarios, publicaciones y eventos que ocurren en la capital Navarra, pero que seguro se pueden extrapolar a otros puntos de la geografía nacional.
1- Navarra es la comunidad que más satisface a los turistas (fuente Diario de Navarra)
2- Todos los jueves, vinos de calidad y tapa por 2€ en 28 bares de Navarra (fuente Diario de Navarra)
3- El consumidor navarro ya no es marquista, busca novedades y esta pendiente de la evolución del mercado de calidad. (El Arte del Vino, Popular TV)
4- Navarra no puede competir en precio con otras denominaciones de origen. Tiene que pensar en la calidad. (El Arte del Vino, popular TV)
Podría ampliar la lista pero total no me van a leer lo que quisiera que lo hicieran, por tanto al grano.
Si ofreciendo lo que ofrecemos, sobre todo en lo que me atañe, satisfacemos a los turistas, fijaos la satisfacción de los turistas ofreciendo el vino que debiéramos ofrecer. (Casi frase de Groucho)
Si todos los jueves por dos euros vamos a poder consumir vinos de calidad no entiendo por qué no extender lo de beber calidad al resto de la semana.
El consumidor navarro sigue siendo marquista y pide que le sirvan, a poder ser barato, vino con solo dos apellidos. “Ponme un crianza navarro” o “Échame un rioja”
Es un deseo que esto no sea así, pero solo eso. Somos pocos, todavía, los que queremos ver otras referencias distintas. En mi caso de manera interesada por ser distribuidor y, por supuesto, por ser aficionado al buen vino.
En Navarra se comercializa el vino a precios tan bajos como en otras denominaciones, y para colmo no puede competir con ellas.
Apostar por la calidad es decidirse, de una vez, a regular el precio de mercado.
Las bodegas son jueces interesados fijando los precios de la uva cada vendimia. Creo que debería haber un órgano regulador, o de control, del precio de ese vino en el mercado.
El vino debería salir de la bodega con su precio establecido, por lo menos atendiendo a su costo de elaboración.
Lo digo por su salud económica. No salen los números vendiendo crianzas y reservas por menos de 2€, ¿o sí?
La Guarda de Navarra quiere que el vino no acabe donde lo llevan.

sábado, febrero 05, 2011

No me gusta el vino


Lástima. Acabo de descubrir que no me gusta el vino…
O quizás que no me convence el vino que gusta a los demás.
No se cuantos vinos habré catado durante el mes de enero.
No se las veces que me han sugerido que cate este o aquel, “está cojonudo, ya me dirás”.
En el 90% de los casos no he sabido, o he preferido no responder.
Entiendo que es cuestión de cada cual. “El pan cambiaó y el vino acostumbraó”.
El gusto es personal e intransferible. Cada paladar es un mundo. Si yo os contara.
Pero hay veces, pienso, que si no es por puro convencimiento, por un acto de fe, por profesar cierto amor a la bodega, por ser amigo del bodeguero, por que el vino es del pueblo de origen o por qué se yo, no hay forma de beberse el contenido de la copa.
Y no es que ese vino sea malo o peor, es que no ofrece nada, no aporta nada. Como ese vino hay mil.
Para los que me leen y estén pensando que claro, como pequeño distribuidor, tengo que barrer para casa, adelanto que andan descaminados.
Como aficionado novel, los expertos son otros, me encanta probar todo lo que cae en mis manos, pruebo a la “competencia” constantemente, bebo vinos que, aún conociéndolos, debo darles otra oportunidad. Y todas las que sean necesarias, aunque muchas veces no las merezcan.
Valoro el trabajo de todos aquellos que, con humildad y honestidad, dedican su vida, su tiempo, a conseguir que la uva se exprese dentro de una botella.
Pero hay a algunos que, la verdad, se podían haber dedicado a otra cosa.
Como consumidor tengo derecho a opinar, pues pago, y lo hago.
A día de hoy, por donde yo me muevo, los vinos más vendidos, en contra de lo que pudiéramos pensar, no son los mejores.
En la actualidad, los vinos más vendidos son los más baratos.
Los vinos de moda en tascas, vinotecas y restaurantes son los excedentes de cosechas pasadas o aquellos que han decidido suicidarse económicamente.
El consumo viene marcado por el precio y eso empieza a ser peligroso. No importa nada más. Es triste pero es la realidad.
Incluso aquellos que viven de la renta de su marca deben claudicar para mantener su cuota de mercado.
Si fuésemos capaces de regular los precios del vino, o de clasificar el vino por su precio, otro gallo cantaría.
La Guarda de Navarra pide reflexionar sobre lo anterior.
¿Cómo puede venderse un reserva a 1.50€? ¿Como un vino que la bodega lo valoró en 50€ se puede rebajar, de repente, a la mitad? ¿Hablamos de chollos o engaños?
Entiendo que la liquidez de las bodegas está bajo mínimos pero alguien debería controlar que unos sufran el fracaso de otros.