miércoles, enero 28, 2009

Viña Perguita 2005



Después de una leve travesía por el desierto o, bien mirado, por el Polo Norte, me dispongo a escribir este artículo sin muchas ganas pero con la reconfortante compañía de este Viña Perguita 2005.
Lo elaboran en Los Arcos las Bodegas Fernández de Arcaya.
Esta bodega de marcado carácter familiar gusta de tratar a sus clientes como amigos ofreciendo en cada uno de sus vinos la personalidad y la cercanía de la que carecen otros miembros de la Denominación de Origen Navarra.
Viñedos propios, una viticultura inteligente y una dilatada experiencia enológica imprimen un valor añadido y una complejidad digna de admirar.
No me atrevo a decir que sus vinos son para todo el mundo. Tampoco que están hechos para llegar a todos los nichos del mercado. No son fáciles de entender.
Pero de lo que si estoy absolutamente seguro es que son vinos para charlar con frecuencia, para ir conociendo poco a poco. Amigos de toda la vida, no amores efímeros, ni sujetos a la moda de lo políticamente correcto.
Estoy deseando visitar la bodega para conocerlos en su terreno y poder disfrutar de ellos en la paz y humedad de sus calados.
Este Viña Perguita 2005 procede del coupage tan característico de la Navarra moderna. Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot.
Cuatro meses de barrica de roble son suficientes para permitirle mantener la juventud aportándoles otra serie de valores.
Destacable y revolucionario es su sistema de cierre, el Vino-Lock. Apuestan por la eliminación en esta botella del tapón de corcho. Las ventajas, de sobra conocidas, se multiplican al comprobar la facilidad de la apertura y del cierre. El Vino-Lock incrementa, de nuevo, personalidad y genera atractivo en la decisión de compra.
Ya en la cata, se comporta como un vino tremendamente especial.
La vista es correcta. Color cereza con ribete casi violáceo, virando a granates. Capa media-baja.
En nariz sorprende su complejidad y su peculiaridad. Notas frutales y un fondo mineral que atrae sobremanera. Se entiende que procede de una tierra rica en matices y en componentes químicos muy variados, si no, no se explica. La barrica, bien entendida, aparece sutilmente como recuerdos especiados.
La boca recuerda a la nariz en su mineralidad. Paso fácil, ligero, sin estridencias. Tánico, lo justo, y alegre.
La Guarda de Navarra ha encontrado un amigo culto. Simpático y diferente pero no apto para juergas con mucha gente. No de alta alcurnia pero si refugio para cuando sea necesario. Vino para indagar, nada superficial ni hipócrita.
¡Hasta pronto, Viña Perguita!

sábado, enero 10, 2009

Palacio de Menade Verdejo 2008


¡Que hay de nuevo amigos!
Acabo de ventilarme, yo solito, una botella de Palacio de Menade. Si el verdejo tan espectacular que hace Richard Sanz en Rueda.
Estrenamos año, el 2009, y añada, la del 2008.
En la etiqueta, respecto a las anteriores, introduce algún cambio. A saber. En la parte superior izquierda aparece la firma del autor y debajo de la variedad, en el mismo centro, destaca la frase de Agricultura Ecológica. El característico tono verde sigue atrayendo con firmeza la mirada de los pobres compradores que pican el cebo con decisión, prontitud y prestancia
Para no abusar de epítetos y deshacerme en elogios iré al grano.
A la vista se muestra limpio, con un atractivo color amarillo pálido que casi podría describirse como verde pálido, marcando su carácter juvenil o infante. Brillante, con reflejos que recuerdan al metal bruñido. Al observarlo se puede afirmar que, precisamente, no será ligero al paso.
En nariz es donde cautiva con todo su encanto. Genuinamente varietal. La manzana verde llena la copa, leves notas de hinojo, pomelo y ese sudor fresco tan peculiar sobre un fondo mineral. Extraordinariamente intenso, fresco y franco.
La boca mantiene las expectativas. Equilibrado, casi graso, de acidez generosa, cítrica, y paso alegre. Frutal y sabroso.
Invita a beber compulsivamente, no cansa ni empalaga. Comprado en Cella Vinarium por 5€ merece gran atención a tenor de las sensaciones transmitidas.
La Guarda de Navarra recomienda este verdejo sin ninguna duda. Si el 2007 fue una grata sorpresa y un feliz descubrimiento, este 2008 lo supera, al menos, en esta primera etapa de su vida. Ya veremos como evoluciona hasta finales de este recién empezado año.
¡Para no perdérselo
!