jueves, octubre 30, 2008

Un trozo de mi vida


Este país continua, y hasta cuando, siendo una puta mierda.
Hoy han querido asesinar el futuro, han querido aniquilar la poca libertad que nos queda y han llenado el cielo de Pamplona de una tristeza gris y densa.
Para mi el campus de la Universidad de Navarra es el pulmón de nuestra ciudad, por muchos motivos.
Con mi familia es el lugar más relajado y tranquilo desde donde desconectar de la triste realidad social, en el más amplio sentido de la palabra.
Hace años alguien me dijo que jamás pisaría su hierba, que jamás pasearía entre sus árboles y que nunca admitiría su belleza, por todo lo que representa.
Fue entonces cuando descubrí el placer de disfrutar de la naturaleza sin rodearme de gentes que, pensando lo mismo, se echan al monte a reivindicar sus utópicas irracionalidades. ¡Que paz!
Mi historia en Pamplona comienza en esta universidad. En el edificio de Ciencias, rodeado de gente, que a pesar de lo que muchos piensan, teníamos, y tenemos, diferentes creencias e ideologías. Así las gastábamos los estudiantes de biología, bastante raros pero respetuosos con nuestros semejantes incluso proviniendo de sistemas educativos radicalmente opuestos, ¡por el momento aquí, todo llegará, no nos instan, por la fuerza, a irnos a estudiar a Logroño!
No tolero que alguien quiera borrar mi historia, parte de mi vida.
Si quieren puedo dar ideas de donde colocar la próxima bomba, un amplio sector de la sociedad agradeceremos el desenlace.
La Guarda de Navarra recomienda visitar el campus. Por él cruza el Camino de Santiago, en él juegan los pequeños, reposan nuestros mayores y solo le falta una viña que culmine su paisaje.
¡Y mientras algunos recogiendo las nueces!



domingo, octubre 26, 2008

Equus 2005



Quiero compartir con vosotros un extraordinario vino extremeño, Vino de la Tierra de Extremadura.
Viña Santa Marina, Mérida (España), es el nombre de la bodega que lo elabora y que recientemente me ha informado que ha recibido la Giralda de Oro al mejor crianza en el Concurso Internacional de Vinos y Espirituosos, aunque pase solo seis meses en barrica de roble americano y francés.
Se utilizan tres variedades de uva, a saber: 85% Tempranillo, 10% Cabernet Sauvignon y 5% Syrah.
Es de los vinos que yo catalogo como esplendidos por todo lo que ofrece. Sin llegar a los 5€ brinda las mejores sensaciones.
Equus 2005.
A la vista se muestra atractivo con un color cereza intenso de amplio ribete granate. Capa media y buena lágrima.
Nariz embaucadora. Franca y elegante. Buena intensidad en notas de regaliz, notas florales, lilas y violetas, y frutales como la confitura de mora. De su paso por la barrica encontramos recuerdos a chocolate, betún y cueros finos. Es balsámico y presenta un fondo de tierra.
En boca se muestra vivo y de paso amable. Taninos maduros y una frescura deliciosa.
Cuerpo medio y largura notable.
La Guarda de Navarra lo recomienda pues ya ha comprobado que quien lo prueba queda gratamente sorprendido.
Salvadas las dudas iniciales a su procedencia extremeña y al bajo precio (si es caro mal y si es barato peor) son sobresalientes las expresiones resultantes ya al primer sorbo.
Por cierto Mohamed, ¡Dios, Patria y Equus!
Me solidarizo con el chaval que tendrá que pasar año y medio en una prisión marroquí por escribir en la pizarra ¡Dios, Patria y Barça!
Que mal humor tienen por esas tierras.
¡Descorcha un Equus y perdónale, hombre! ¡Animo!

domingo, octubre 19, 2008

Aromas y sensaciones otoñales



Hoy debe ser mi día de suerte. Al menos eso dicen cuando alguien pisa una cagarruta de perro.
Este fin de semana lo he pasado en Laguardia respirando la vendimia. Visita a bodegas y a alguna viña para disfrutar de los vivos colores del otoño.
Hoy después de comer me he dado un garbeo por “El Collaó”, o por lo que queda de él. Cientos de toneladas de hojas se acumulan por doquier confirmando la estación anual pero afeando el aspecto de cuidado habitual que, al menos en el recuerdo, tiene.
Posiblemente la brigada de limpieza del ayuntamiento se encuentre vendimiando de ahí el aspecto de dejadez tan bochornoso.
Y entre tanta hoja, y entre tanto chucho que campa alegremente a sus anchas, a pesar de las señales de prohibición (señales redondas con el ribete rojo y en el fondo blanco el dibujo de un can), mi zapato derecho ha sentido la textura blanda, casi caliente, de la deposición animal. ¡Compraré lotería!
He viajado en el tiempo cuando en la niñez, sin tanta maquina de limpieza, los basureros de antaño nos concedían licencia para amontonar las hojas y colocarlas bajo las murallas a modo de colchón mullido donde saltábamos y nos divertíamos, con riesgo pero sin daño.
Niños faltaban en El Collaó que como quitanieves humanos hicieran el trabajo para mostrar nuestro paseo como merece.
La Guarda de Navarra agradece al dueño del perro la higiene, la misma de la que carece en su casa, y la posibilidad que me ha dado de ganar el Euromillón.

¡Que bonito, que bonito!

martes, octubre 14, 2008

IEC#12. Fuente Elvira 2004



Cuando Joan, De Vinis, propuso hace unas fechas la convocatoria número doce de Iberoamérica en Cata, enseguida supe el vino elegido para la causa: Vino de Rioja Otoñal cosecha 1982, año de Naranjito, de Bodegas Olarra. Pero no lo he encontrado, ni me lo he planteado.
“Proponed un vino que os sugiera, que os recuerde "otoño" y explicadnos por qué. ¿Nos encontramos aquí tras la próxima luna llena, entre el 14 y el 15 de octubre?”
Que vino mejor que un Otoñal para acertar con la decisión. ¡Lastima!
Un segundo de reflexión y ¡eureka!
Otoño, estación para la meditación, estación de transito entre el calido verano y el frío invierno, donde los días nos brindan una luz especial y los paisajes muestran una belleza y un colorido que a casi nadie dejan indiferente.
Debido a su excepcional color dorado, limpio y brillante.
Atendiendo a su complejidad aromática donde la fruta blanca (albaricoque y lichis), la mantequilla y los frutos secos conviven con una, todavía, extraordinaria frescura. De carácter especiado, con recuerdos a hierbas aromáticas, a monte bajo. Notas amieladas junto a cáscara de cítricos o naranja glaseada.
Y por disfrutar de una boca amplia, carnosa, con buenísima acidez, larga y sabrosa.
Me decido por un Fuente Elvira 2004, blanco de Rueda fermentado en barrica elaborado por Pedro Escudero con Verdejo en La Seca (Valladolid).
Por las razones organolépticas anteriores y por todo lo que sugiere este vino, pienso que esta añada consumida en la actualidad transmite el otoño con gran franqueza.
Proporciona momentos de paz espiritual. El nervio óptico es testigo de las preciosas notas cromáticas evolutivas. Se encuentra en una fase transitoria de su vida. Y, por último, se permite armonizar con unos hongos a la plancha y unas castañas asadas.
¡Que pena que sea la última botella que guardaba!

lunes, octubre 06, 2008

Hoya Hermosa 2005


Y questa notte…un vino de la Tierra de Castilla (y también de La Mancha).
Directamente de Bodegas Santa Margarita en Caudete (Albacete), un Hoya Hermosa 2005, elaborado con Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah.
A la vista se muestra con un color cereza intenso, casi apicotado y opaco, con un ribete muy granate. Vivo y brillante. Buena lágrima con densidad notable.
Nariz de media intensidad con carácter afrutado sobre un potente fondo de tierra. Levemente especiado. Podríamos destacar, por recordarlo en el futuro, notas de cereza y pimienta negra sobre esa base de tierra.
La boca es fresca a pesar de los 14 grados que marcan en la etiqueta. Como para tomarlo a temperatura ambiente que dicen muchos taberneros.
Tiene correcta amplitud y largura. Es sabroso con un claro predominio de la fruta sobre la crianza.
Paso amable, casi untuoso, con cuerpo y bien estructurado.
Muy interesante y equilibrado.
La Guarda de Navarra se atreve con este vino a acompañar cualquier alimento. Uno que es valiente, para que andar con remilgos.
Con toda la bazofia que esta pasando por mis manos, por mis papilas, en las últimas fechas mas vale aprovechar la primera ocasión y disfrutar de la comida.
No suelo cultivar en exceso la técnica de los maridajes, o mejor dicho armonías, pero siendo consecuente con la mejora en la calidad de los vinos puedo afirmar que todavía quedan aquellos cuyo mejor compañero es la gaseosa o la coca cola.
¡Y encima hay osados que creen que te hacen un favor rebajándolos a la mitad! Vaya insolencia y desfachatez.